Los científicos aseguran que el cambio climático y el consecuente calentamiento de los océanos es uno de los principales responsables del blanqueamiento del coral, que ocurre cuando estos organismos, sometidos a estrés térmico, expulsan las algas que viven en sus tejidos y les dan sus brillantes colores.
En esta ocasión, este blanqueamiento ha ocurrido a pesar del efecto refrigerante de La Niña, un fenómeno climático que enfría los océanos y que está afectando a Australia, indicó la autoridad del parque.
Los corales se pueden recuperar de este blanqueamiento, aunque necesitan tiempo y temperaturas más moderadas, indicó este organismo.
"Los patrones meteorológicos durante las próximas dos semanas continúan siendo críticos para determinar el alcance global y la severidad del blanqueamiento de coral en el Parque Marino", indicó.
La Gran Barrera de Coral de Australia, hogar de unas 1 mil 500 especies de peces y 4 mil tipos de moluscos, es el mayor sistema de arrecifes del mundo, con una extensión de más de 2 mil 300 kilómetros a lo largo de la costa noreste de Australia.
"El
coral
blanco"
Esta noticia ocurre cuatro días después del inicio de una misión de la Unesco para determinar si este ecosistema reconocido como Patrimonio Mundial está siendo suficientemente protegido por el gobierno australiano del cambio climático.
Este informe debe servir al Comité del Patrimonio Mundial para decidir en junio si coloca este ecosistema en la lista de lugares "en peligro".
"Los queridos y vibrantes colores de la Gran Barrera de Coral están siendo sustituidos por un fantasmal coral blanco", declaró el activista de Greenpeace Australia, Martin Zavan, sobre el impacto climático.
Zavan urgió al gobierno a mostrar las zonas dañadas a la misión de la ONU que inspecciona el arrecife, en lugar de las zonas que han quedado intactas.
"Si el gobierno está dispuesto a dejar que la misión de la ONU se forme una imagen completa del estado del Arrecife, entonces debe llevar la misión al norte y al centro del Arrecife", dijo.
Según el activista, es precisamente en esa zona donde los corales "se están cocinando con temperaturas de hasta cuatro grados por encima de la media". Una situación que considera "alarmante", en un año con "temperaturas del océano más frías" debido a La Niña.
El pasado julio, el comité decidió no incluir la Gran Barrera en la clasificación de "en peligro", aunque la Unesco había recomendado hacerlo semanas antes.