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¿La guerra está ocurriendo desde el mundo digital?

El terreno digital se ha convertido en un campo decisivo de las guerras actuales y venideras.
dom 13 marzo 2022 09:41 AM

Hubo un tiempo en que la guerra se libraba exclusivamente en los frentes. Con el tiempo creció hasta llegar a las zonas pobladas por civiles, incluyendo las principales ciudades. Esta tendencia continúa, pero la forma de pelear se ha magnificado de tal modo que hoy va más allá del territorio físico para abarcar el mundo digital. Un sitio donde las batallas son menos violentas, aunque no por ello menos destructivas.

Esta extensión bélica comenzó durante la guerra civil de Siria, pero es en la guerra entre Rusia y Ucrania donde ha alcanzado su primer pico al servir como un auténtico campo de pruebas. Esto con toda clase de hackeos orquestados por ambas partes, pero también con muchos realizados por voluntarios que no han dudado en aprovechar sus habilidades tecnológicas en apoyo de una causa.

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El frente ruso

Si Rusia es considerada una potencia militar es principalmente por su numeroso arsenal nuclear, pero en un mundo contemporáneo netamente conectado, la etiqueta también debería ser atribuida a la potencia de sus ciberataques. Alcanzar esta posición no es tarea sencilla y hace tiempo que el gigante euroasiático recurre a Ucrania para experimentar. Lo hizo en 2015 con un ataque contra el suministro eléctrico y en 2017 con el malware NotPeyta que cifraba los archivos de los equipos infectados, a los que elimina o reescribe de manera irreversible. Este último terminó propagándose por el mundo y provocando daños por miles de millones de dólares.

Los ciberataques del pasado fueron tantos y tan feroces que muchos se preguntan las razones por las que, en plena invasión ucraniana, Rusia sólo ha perpetrado las embestidas más básicas. La más común es el bombardeo indiscriminado de tráfico a sitios y servidores del gobierno para derribarlos temporalmente. También se ha recurrido a malware para eliminar archivos, pero de manera limitada y sin la potencia del ya mencionado NotPeyta. Entre las razones se dice que otras potencias tecnológicas como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea han aprovechado sus respectivas capacidades para atenuar los daños. También que Vladimir Putin no tiene la intención de mostrar toda su capacidad técnica al ser consciente de que los métodos digitales no demuestran tanto poderío como los convencionales.

Aunque muchas de estas acciones han sido perpetradas de manera oficial, el gobierno ruso también ha contado con el respaldo de numerosos voluntarios. Tal es el caso de Dmitry, empleado de una agencia rusa de ciberseguridad que en los últimos días ha usado su tiempo libre para atacar toda clase de sitios ucranianos. Así lo confesó a BBC tras explicar que sus acciones son un acto de patriotismo, que no está solo en la lucha y que si el daño provocado no es mayor es sólo porque así lo han decidido. Extrañamente, también admite que “si mi empleador se enterara no tendría trabajo”.

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Contraataque ucraniano

Así como las autoridades ucranianas han invitado a tomar las armas, también han hecho lo propio con el inframundo hacker con una carta abierta dirigida a toda persona que quiera unirse a la lucha. “¡Cibercomunidad ucraniana! Es tiempo de involucrarse en la ciberdefensa de nuestro país”, clama el documento difundido por Reuters , que es presuntamente emitido desde el propio Ministerio de Defensa.

Se estima que el número de voluntarios del llamado Ejército IT supera las 260 mil personas y que operando bajo las órdenes del ministro digital Mykhailo Fedorov, ha puesto varios blancos rusos en su mira. No sólo para la realización de ataques directos, sino también para la búsqueda de debilidades que puedan ser aprovechadas por especialistas del gobierno. A esto se suman las iniciativas privadas como la de Cyber Unit Technologies, firma de ciberseguridad ubicada en Kiev y que ofrece recompensas a todos los hackers que contribuyan a la lucha.

¡Cibercomunidad ucraniana! Es tiempo de involucrarse en la ciberdefensa de nuestro país

Estrategias lógicas para derrotar al invasor, pero también desesperadas y por ende demasiado peligrosas. Así lo consideran grupos hackers de diversas partes del mundo quienes creen que los implicados corren riesgos demasiado altos, pues lo presuroso de la operación ha impedido tomar medidas de seguridad adecuadas y hay demasiados riesgos de un contraataque.

La participación no se limita a las partes involucradas, pues especialistas digitales de todo el mundo no han dudado en unirse a la lucha cual auténticos voluntarios de las guerras digitales. “Es una locura, no tiene precedentes”, declaró Matt Olney, director de inteligencia contra amenazas de la firma de seguridad Cisco Talos, a The New York Times . “Esto no va a ser únicamente un conflicto entre naciones. Habrá participantes que no estén bajo el control estricto de ningún gobierno”.

Esto incluye particulares, pero también grupos que no han vacilado en tomar cartas en el asunto. Tal ha sido el caso de Anonymous que se declaró “oficialmente en ciberguerra contra el gobierno ruso”.

Desde entonces el colectivo se ha atribuido varios golpes importantes, como un hackeo a la base de datos del Ministerio de Defensa y otro a los sistemas de la televisión pública con la transmisión de contenidos proucranianos, así como con contenidos que presuntamente buscan contar la verdad tras el conflicto bélico. Esto último con el fin de que cada vez más rusos abran los ojos y se manifiesten abiertamente contra el gobierno de Putin.

No sé con qué armas se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se peleará con palos y piedras

Y aunque la participación de los países más poderosos del mundo ha sido tibia, todos ellos siguen expectantes el desarrollo de este nuevo conflicto digital. Como prueba el hecho de que el gobierno de los Estados Unidos ha ofrecido $10 MDD de recompensa “por información que conduzca a la identificación o ubicación de cualquier persona que, mientras actúa bajo la dirección o el control de un gobierno extranjero, participe en actividades cibernéticas maliciosas contra la infraestructura crítica de EEUU, en violación de la Ley de Abuso y Fraude Informático (CFAA)”. Las autoridades del país aseguran que se han tomado las medidas de protección adecuadas y que de momento no hay ningún peligro. Un mensaje tranquilizador que no ha mermado del todo la incertidumbre de un conflicto sin precedentes.

Albert Einstein declaró en su momento que “no sé con qué armas se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se peleará con palos y piedras”. Una frase concebida para referirse al poder destructivo de la bomba atómica, pero que hoy tampoco puede ser desechada para una guerra digital que luce extremadamente peligrosa para un mundo que deambula tan cerca de la conectividad absoluta.

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