El futuro de Wordle
La adquisición de Wordle por parte de The New York Times fue tibiamente recibida por los usuarios de todo el mundo. Después de todo, es improbable que el diario norteamericano invirtiera al menos $1 MDD sólo para el entretenimiento gratuito de la gente y sin obtener nada a cambio. Por esto mismo se teme que los cambios sean inminentes, ¿pero en qué consistirán?
La mayor preocupación gira en torno al costo y lo cierto es que todavía no hay razón para preocuparse. El propio medio acompañó la noticia de la compra con la promesa de que “el juego inicialmente seguirá siendo gratis para jugadores nuevos y existentes”. Reiteramos: “inicialmente” o lo que es lo mismo, eventualmente sucederá.
Su acceso podría ser restringido para suscriptores, aunque también podría incluir usuarios registrados. Es decir, todos aquellos que ingresen algunos datos como el correo electrónico al sitio.
A esto sumemos el adiós de su pureza visual con su adaptación al formato empleado por el medio. Esto incluye anunciantes, enlaces con recomendaciones a noticias, otros juegos o cualquier otro medio que garantiza una mayor permanencia en el sitio.
En otras palabras, nada será igual.
No culpemos a The New York Times. Después de todo, se trata de una estrategia lógica con la que se busca potenciar el acercamiento de nuevas generaciones a un medio histórico pero que como muchos otros ha padecido bajas en sus ventas impresas y complicaciones en su transición al online. Actualmente cuenta con poco más de 7.5 millones de suscriptores digitales con los que supera su mejor cifra en papel, pero que aún son pocos si consideramos el alcance global del internet.
Se trata de una estrategia lógica con la que se busca potenciar el acercamiento de nuevas generaciones a un medio histórico
A esto sumemos que el diario norteamericano siempre ha sido un férreo defensor de los juegos de destreza y de palabas. No sólo en su modalidad impresa sino también online, pues su sitio incluye crucigramas, spelling bee, sudoku y más. La incorporación del Wordle a su catálogo podría favorecer el resurgimiento de estos viejos pasatiempos. Aunque claro, también podría representar una nueva loza para una forma de esparcimiento que parece perder más adeptos ante el desarrollo de ofertas cada vez más inmersivas y adictivas.
¿Ganar o morir? Nunca una palabra de Wordle había sido tan difícil de adivinar.