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Semana laboral de cuatro días: ¿funcionará el experimento británico?

Algunas potencias mundiales empiezan a contemplar la posibilidad y es imposible dejar de preguntarse cómo sería vivir con un día extra de descanso.
sáb 29 enero 2022 01:08 PM
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Una semana laboral mas corta podría tener implicaciones importantes.

Gran Bretaña hizo historia en el mundo laboral con la Revolución Industrial. Ahora podría volver a hacerlo con la semana laboral de cuarto días. El país europeo ha aprobado el programa piloto de uno de los mayores experimentos sociales de todos los tiempos y con el que busca descubrir si es posible reducir la semana de trabajo sin afectar la rentabilidad de las empresas. Un resultado positivo podría dar su adopción generalizada en otros países del mundo, mientras que uno negativo podría zanjar la posibilidad para siempre.

El periodo de prueba comenzará en junio de este año e incluirá cerca de 30 compañías que se han accedido a colaborar. Tendrá una duración de seis meses en el que los empleados laborarán por tan solo 32 horas semanales y sin ningún cambio en los beneficios percibidos. En caso de preferirlo, las empresas involucradas también pueden solicitar que las 32 horas en cuestión sean divididas en cinco días.

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Las bases del programa han sido establecidas por 4 Day Week Global, una comunidad sin fines de lucro establecida por Andrew Barnes y Charlotte Lockhart que busca implementar semanas laborales más cortas. Un esfuerzo que pronto continuará en otros países como Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

“Sería un ganar-ganar para las compañías”, aseguró el director de la campaña británica Joe Ryle . “Los estudios han demostrado que la productividad aumenta con los beneficios correspondientes en el bienestar de los trabajadores”.

Suena tan bien que es difícil preguntarse por qué la idea no fue establecida desde antes. La razón es que aunque podría tener muchos beneficios, esto no significa que esté exenta de riesgos.

Ventajas y desventajas de trabajar 4 días

Son muchos los argumentos a favor de la semana laboral de cuatro días. El primero invariablemente es a favor de la calidad de vida de los empleados que tendrían un día extra de descanso para estar con los suyos y disfrutar todo tipo de actividades fuera del trabajo. Un estudio realizado por Perpetual Guardian y centrado netamente en esta iniciativa demostró una reducción del 27% en los niveles de estrés y un aumento del 45% en el balance entre vida personal y profesional. Todo un logro en un mundo laboral que se ha tornado cada vez más demandante y más desde que el online difuminó las líneas entre la oficina y el hogar.

Los beneficios no se limitan al grueso de la gente, sino que se extienden a las propias empresas. El mismo estudio reflejó un incremento del 20% en la productividad de los empleados. Estos resultados coinciden con investigaciones previas de la Universidad de Sanford con las que se concluyó que los empleados sobresaturados son menos productivos que aquellos que sólo trabajan lo estrictamente necesario. O dicho de otro modo, menos tiempo en la oficina es igual a mejores resultados.

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Ayudaría además a la igualdad de género en el terreno profesional. Reino Unido tiene dos millones de personas que no trabajan por compromisos personales, de las que un 89% son mujeres, detalla la estadística . Se ha demostrado que la flexibilidad en los horarios de trabajo es de gran ayuda para que este sector de la población no vea afectada su incorporación al mercado laboral, pues las libertades que otorga permiten una mejor distribución de las labores del hogar entre las parejas.

Y finalmente las ventajas para el propio mundo en que vivimos. Acortar la semana laboral de cuatro a cinco días invariablemente reduce la movilidad de personas y con ello el tráfico y el consumo masivo de energía en grandes empresas. Una prueba realizada en Utah demostró que en tan solo diez meses hubo un ahorro en costes de electricidad por $1.8 mdd, así como una reducción de 6 mil toneladas métricas de emisiones de carbono, según estimaciones . Esto sólo en el espacio de trabajo, pues las estimaciones pertinentes creen que esta cifra aumenta a 12 mil toneladas métricas si se considera el transporte. Para entender el impacto, esta cifra equivale a 2 mil 300 automóviles fuera de circulación por un año. Esto sólo por quitar un día laboral en un número limitado de oficinas que se sometieron al experimento. ¿Se imaginan esto mismo llevado al terreno generalizado?

Esto no significa que la apuesta carezca de riesgos, muchos de los cuales provienen del orden social preestablecido: malos manejos, confusiones o prácticas generalizadas por cambiar. Tal es el caso de las empresas que reducen los días pero con un aumento de horas diarias, lo que invariablemente atenta contra el bienestar de los empleados que deben pasar más tiempo en sus respectivos trabajos.

Se piensa que este sería uno de los mayores obstáculos para que México adopte la práctica, pues la Ley Federal del Trabajo establece que la semana laboral es de seis días por semana y ocho horas diarias. Son 48 horas semanales que suman 2,255 horas al año para convertirnos en uno de los países donde más horas se labora. Esto podría desembocar en días de doce horas de trabajo: un auténtico atentado contra la salud de los trabajadores.

O el grueso de la gente que aprovechaba el viernes para la realización de algún trámite y que no podría hacerlo bajo este nuevo sistema. En el papel no debería haber mayor problema en trasladar la actividad al jueves, aunque esto podría ser mal visto por empleadores que verían reducidas todavía más las horas de sus trabajadores.

Dilemas que en muchos casos son fruto de décadas de malas prácticas a los que nos hemos acostumbrado. Tal vez una semana laboral de cuatro días no cambie todo de la noche a la mañana, pero sí que sería un buen recordatorio de que el trabajo no es la vida.

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