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¿Comprar una consola esta Navidad? La escasez de chips podría afectar tus planes

El problema tecnológico llega a un punto realmente doloroso para muchos: los regalos navideños.
dom 21 noviembre 2021 08:14 AM
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Esta navidad será complicada para los que busquen una nueva consola.

Las consolas, que figuran entre las compras más recurrentes de la temporada navideña, deberán esperar este año para muchos. La razón: la escasez de chips que desde hace ya varios meses ha puesto en jaque al mundo tecnológico. Así lo aseguró Nintendo tras revelar que su producción de Switch se reducirá en un 20% en comparación con la contemplada en marzo, lo que se traduce en 1.5 millones de unidades menos.

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Nuestro pronóstico de envío para el segundo semestre se redujo debido al cambio en nuestro plan de producción debido a los efectos de la escasez global de semiconductores”, explicó Nintendo en un documento que acompaña a sus resultados financieros, mientras que un portavoz explicó de modo menos complejo que “la oferta y la demanda de piezas de semiconductores es escasa y está afectando la producción de Switch. Estamos evaluando el impacto”, reportó Reuters .

La noticia no resulta del todo sorpresiva si recordamos que los problemas en la producción de chips acumulan ya varios meses y que sus propios diseñadores advirtieron recientemente que esto podría impactar de lleno en muchos regalos navideños. Tanto así que Simon Segars, director ejecutivo de la firma de diseño de chips Arm, declaró recientemente que “si no han comprado sus dispositivos aún, podrían terminar decepcionados”. Y vaya que sí…

Después de todo, el anuncio de Nintendo coloca oficialmente a Switch en la lista de consolas de última generación aquejadas por la escasez. Aunque eso sí, su posición ha sido menos dramática que la de Xbox Series X y PlayStation 5 que han padecido los estragos desde el inicio de la pandemia.

Lo peor es que la situación todavía está muy lejos de regularizarse ya que la espera por chips está tomando 60 semanas. ¿Cómo fue que se cayó en este punto?

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Saber de la escasez

La escasez de chips es una consecuencia directa de la pandemia. Las primeras afectaciones se dieron por la falta de suministros ante el cierre de fábricas que provocaron los primeros retrasos en las cadenas de producción. Éstas se vieron todavía más aquejadas por los abruptos cambios en los pedidos. Como ejemplo la industria automovilística que canceló o disminuyó dramáticamente los suyos en un esfuerzo desesperado por reducir el impacto económico de los confinamientos, ¿quién compraría un coche cuando no puede salir de casa? Caso contrario al de televisiones, electrodomésticos, celulares y otros equipos cuya demanda se disparó de tal modo que eventualmente no pudo cubrirse.

Mención aparte para las afectaciones al transporte. Los principales puertos asiáticos, por donde pasan el 90% de electrónicos de todo el mundo, cerraron por meses para contener el avance de la pandemia. Esto dejó numerosos pedidos varados y que se iban acumulando cada vez más en espera de salida. El número de envíos pendientes alcanzó tales cantidades que actualmente no han podido emparejarse.

Y como estocada final la mala fortuna, pues las plantas de chips en el mundo son escasas y muchas han sufrido toda clase de estragos en los últimos meses. Texas, que alberga una buena parte de las poquísimas plantas estadounidenses, se vio duramente golpeada por una nevada en febrero. Renesas, la enorme planta japonesa que produce un tercio de los chips automovilísticos en todo el mundo, padeció un severo incendio en marzo. Ni qué decir de las sequías de abril que afectaron Taiwán y sus respectivas plantas, ya que la producción de chips requiere muchísima agua.

En otras palabras, han sido meses desastrosos para la industria y que invariablemente dejan en jaque a una sociedad global dependiente de la tecnología.

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En espera de la normalidad

Poco han importado las medidas tomadas en el punto más alto de la crisis, hoy ninguna industria se salva de la escasez de chips. Nissan, Apple, Intel son sólo algunos de los gigantes que han advertido que la producción no se regularizará sino hasta finales de 2022… o tal vez un poco más. Mientras esto se concreta, la oferta tecnológica será menor, mientras que los precios serán más elevados.

Esta situación se torna todavía más dramática si consideramos que muchas de estas industrias alcanzaron un pico histórico antes de la pandemia. Tal fue el caso de los videojuegos, cuyas ventas alcanzaron un récord de $120, 100 MDD, una cifra que engloba títulos para PC y dispositivos móviles, pero que también incluye la venta de consolas. En el caso concreto de estos equipos, el 2020 marcó un alza importante en sus números con cerca de millones de unidades vendidas en los Estados Unidos. Sus mejores cifras en los últimos cinco años.

Aunque es casi un hecho que muchas de las personas que no adquirieron sus consolas con anterioridad difícilmente podrán hacerse con una para la temporada navideña, existen buenas razones para pensar que las tendencias no sólo se normalizarán dentro de poco, sino que incluso se revertirán. Así lo augura un reporte de IDC que anticipa “normalización y equilibrio para mediados de 2022, con un potencial de exceso de capacidad en 2023 a medida que las expansiones de capacidad a mayor escala comiencen a entrar en funcionamiento hacia finales de 2022”, reportó PCGamer . Esto resultaría en una mayor oferta y con un poco de suerte, en una posible reducción de precios.

Aunque claro, estas especulaciones a futuro poco importan a todos aquellos que anhelaban una nueva consola para esta temporada decembrina. Si es tu caso, quizá lo mejor sea que empieces a buscarla cuanto antes, que con un poco de suerte quizá puedas hacerte con una y así concretar tu propio milagro tecnológico navideño.

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