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La restricción de China a los videojuegos entre menores ¿es una buena idea?

Las medidas tomadas por las autoridades asiáticas intensifican los debates sobre los aspectos negativos y positivos de este pasatiempo.
lun 13 septiembre 2021 10:04 AM
Niños chinos gamers
Los videojuegos pueden tener efectos positivos en el desarrollo de los menores, por lo que una total restricción podría ser una limitación.

La industria de los videojuegos es una de las más rentables en el mundo, pero también una de las más polémicas al ser continuamente señalada por sus presuntos efectos nocivos entre la sociedad. Estas preocupaciones son especialmente palpables en China, lo que ha motivado a las autoridades a limitar las partidas online entre menores de edad, que ahora sólo podrán jugar una hora en viernes, sábado y domingo y otra más en festivos. Esto además, con un horario exclusivo de 20 a 21 hrs.

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No es la primera vez que el gigante asiático toma medidas para regular los videojuegos, pero definitivamente es una de las más drásticas en el creciente historial de restricciones. La primera llegó en 2017 con la empresa tecnológica Tencent Holdings, que limitó el tiempo que los más pequeños podían jugar su título Honor of Kings tras recibir incontables quejas de padres y maestros sobre niños mostrando síntomas de adicción.

Sólo un año después, los aumentos en los índices de miopía desataron la preocupación de las altas esferas del gobierno cuya respuesta fue suspender la aprobación de nuevos títulos por nueve meses mientras se buscaban nuevas soluciones.

Estas llegaron en 2019 con leyes que sólo autorizaban a menores jugar un máximo de 1.5 horas en días laborales y 3 horas en fines de semana y prohibiendo hacerlo de 22 a 8 hrs. Mención aparte para las medidas que garantizaran el cumplimiento de las regulaciones, pues los menores debían registrarse con sus nombres reales y sus números de identidad nacional, mientras que las empresas debían implementar mecanismos para garantizar que las medidas se cumplieran. Tal fue el caso de la ya mencionada Tencent que recurrió a un sistema de reconocimiento facial que, como suele suceder en el mundo digital, fue esquivado por muchos.

Es por esto mismo que las más recientes restricciones llegan acompañadas de imposiciones aún más severas, ya que absolutamente todos los títulos deberán estar conectados a un sistema antiadicción a cargo de la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones (NPPA) que aprueba los videojuegos en China. Asimismo, la entidad adelantó un incremento en su número inspecciones y la imposición de multas más duras a todas aquellas compañías que no cumplan con las exigencias.

Sobra decir que estas limitaciones han provocado el descontento de millones de gamers locales que lo ven como otra medida de control de su gobierno. La situación, sin embargo, es más compleja de lo que parece en primera instancia.

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Las preocupaciones de China

La industria del videojuego está en un continuo auge. Prueba de ello es su crecimiento continuo y el hecho que, mientras otros sectores batallaron por mantenerse a flote durante el 2020, el gaming tuvo un aumento en sus ganancias del 23.1% en comparación con el año anterior. El mayor incremento en toda su historia y que resultó en una recaudación de $177 mil 800 mdd.

China juega un rol determinante en la concepción de estos números al ser el mayor mercado del mundo con el 46% de su población jugándolos de manera recurrente, lo que resulta en cerca de 665 millones de gamers. Esta afición se centra casi completamente en los títulos online, una tendencia especialmente palpable entre los menores, ya que el 62.5% los consumen y el 13.2% lo hacen por más de dos horas al día.

Las autoridades del país aseguran que la tendencia está teniendo serias repercusiones en la sociedad. Tanto en la salud física, referida anteriormente con el aumento de miopía, como en la mental ante el ascenso del llamado gaming disorder (transtorno por uso de videojuegos). Un término acuñado apenas en 2018 por la OMS que consiste en el uso compulsivo de videojuegos en consolas y celulares, y que luego de ser revisado por expertos fue oficialmente considerado un trastorno debido a los comportamientos adictivos que genera.

El aumento en el número de afectados en el gigante asiático ha obligado a la implementación de cada vez más clínicas para mejorar la situación emocional de los afectados. Esto con tratamientos cuya combinación de terapia psicológica y entrenamiento militar pretende brindar apoyo mental y físico para conectar de lleno con las sensaciones del mundo real.

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¿Qué tan dañinos son los videojuegos?

No es la primera vez que los videojuegos están en el punto de mira de la sociedad, pues se trata de una industria que ha sido señalada hasta el cansancio. Su primera crítica recurrente fue el aparente fomento de valores negativos como la violencia, algo muy similar a lo padecido anteriormente por el cine y la televisión. Aunque el caso de estos dos últimos ha sido desestimado hasta el cansancio, la Asociación Psicológica Americana (APA) publicó un par de estudios en los que se concluye que el gaming sí que puede propiciar conductas agresivas por su naturaleza interactiva. Se especula que ésta es la razón por la que el ejército de los Estados Unidos entrena con videojuegos en primera persona, pues la frialdad obtenida aunada a las propiedades de las interfaces bélicas ayudaría a matar con menos remordimiento a corto plazo.

A esto sumemos el ya mencionado gaming disorder, señalado como una auténtica adicción por las principales autoridades médicas del mundo y cuyo tratamiento requiere un auténtico proceso de desintoxicación que puede extenderse por largos periodos de tiempo.

Esto no significa para nada que los videojuegos sean netamente nocivos. Numerosos estudios concluyen que pueden ser muy benéficos para el cerebro cuando son practicados con moderación y bajo supervisión de adultos responsables. Sus aspectos positivos incluyen mejoras en la atención selectiva ya que requieren concentración en una información específica y el desentendimiento de distractores. Asimismo, contribuyen a la eficiencia de las regiones cerebrales asociadas con las habilidades visuoespaciales, es decir la capacidad de identificar relaciones visuales y espaciales entre objetos. Se ha demostrado también que pueden combatir la dislexia , mejorar la visibilidad y optimizar la memoria.

Ni qué decir de las capacidades motrices, pues un estudio publicado en Archives of Surgery encontró una importante correlación entre las habilidades de los videojuegos y las capacidades de un cirujano en la realización de una cirugía laparoscópica. Esto al descubrirse que aquellos doctores que habían jugado videojuegos un mínimo de tres horas semanales en algún punto de sus vidas cometían 37% menos errores y eran 27% más rápidos que aquellos sin experiencia gamer.

Y finalmente la potenciación social, pues aunque hay quienes piensan que los videojuegos son alienantes, el aumento de comunidades online contribuye de manera importante en la interacción e incluso promueven valores como el compañerismo, el trabajo en equipo y el liderazgo.

Nada en exceso es bueno y eso incluye a los videojuegos. Por ello, un buen gamer no es sólo el que pasa de nivel, sino el que sabe cuándo desconectarse y cómo aprovechar la actividad lúdica en su vida cotidiana.

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