Las playas españolas tienen su encanto entre los europeos, en un territorio caracterizado por el frío, lluvias y un corto verano, las costas de la nación peninsular resultas ideales con sol, surf, arena y ¿por qué no? sexo en público con extraños en las islas Canarias, sin embargo, esta diversión no siempre resulta positiva para el ecosistema local.
Según la investigación dada a conocer por Reuters, se dio a conocer que los encuentros sexuales en tierras salvajes han representado una importante degradación para las Dunas de Maspalomas.
Publicidad
Estas dunas móviles y con una somera vegetación son uno de los lugares turísticos más emblemáticos de la isla de Gran Canaria, ubicada en el Océano Atlántico frente a las costas de Marruecos y el territorio del Sahara Occidental. Aunque son un área considerada bajo protección legal por las autoridades de la comunidad autónoma y el gobierno español como reserva natural, las muestras de amor furtivo de los seres humanos las están acabando.
El estudio realizado por Reuters abordó cerca de 300 puntos de encuentros sexuales y se detectaron afectaciones en la vegetación de las dunas y en 10 especies de plantas, entre ellas tres endémicas de áreas de dunas.
Canarias atraía hasta 14 millones de turistas al año, con cifras previas al aislamiento sanitario
La afectación es multidimensional, ya que al tener afectaciones en las plantas, se traslada a los animales y reptiles, particularmente en las lagartijas y plantas propias de esta isla.
El estudio no se posiciona contra estas manifestaciones de la sexualidad, sino a la responsabilidad de los paseantes para no generar afectaciones en esta singular área natural.
Se estima que cerca del 15% de los turistas son hombres atraídos por los complejos turísticos de playa gay friendly, sin embargo, esta zona resulta atractiva para mujeres lesbianas y parejas swingers heterosexuales. Por lo que esta práctica no está limitada a solo un tipo de audiencia.
Los residuos de cigarrillos, condones, entre otros desechos; han afectado el entorno con la remoción de arbustos para la creación de espacios “privados” para estos encuentros, así como la compactación del suelo por las veredas que conducen a estos.
El reporte detectó otras áreas, una conocida como “el pequeño Sahara”, sin embargo no tienen la misma atracción para las prácticas sexuales como las que tienen vegetación. También es curioso como la edificación de hoteles en la zona ha afectado el movimiento de las dunas y creado vegetación en nuevas áreas.
En la evaluación hecha se detectaron cerca de 5 mil 800 metros cuadrados de dunas afectadas por el impacto humano
Las plantas raras son las primeras en desaparecer, por lo que eso afecta la conectividad de los animales. Una lagartija tendría que correr de un parche con vegetación a otro, exponiéndose más a los depredadores. A partir de esos escenarios el ecosistema comienza a fragmentarse en islas aisladas, lo que eventualmente puede desestabilizar el ecosistema en su conjunto.
Europa casi ha acabado con estos ecosistemas arenosos semivegetados, debido al desarrollo masivo a lo largo de sus costas desde la década de 1970, por lo cual este territorio español es de vital relevancia.
La existencia de proyectos que buscan la protección de las dunas, como MASDUNAS, han realizado tareas de limpieza y remoción de materia vegetal muerta como desechos. Resulta alentador que algunos propietarios de complejos turísticos estén discutiendo el impacto de viajar en crucero con sus huéspedes, apunta el reporte de Reuters.