Ahora que todo el mundo poco a poco regresa a las actividades masivas, es momento también de entablar inevitables conversaciones, ya sea en el super, en un restaurante o un bar, y no podemos negar qué a veces evitar temas como la dieta o el nuevo corte de cabello es casi imposible por el rush del momento, y para eso es que existen las small talks, una herramienta conversacional que ayuda a saltarte esos momentos incómodos -qué se pueden agravar con la pandemia- que podrían arruinar una amistad o hacerte perder al próximo amor de tu vida.
Small talks: Pláticas incidentales después del confinamiento extremo
Cómo reencontrarse con un conocido después de haberlo perdido en el aislamiento sin morir en el intento.
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La película del momento
Sí bien es cierto que “para gustos los colores” hablar de un tema trivial como lo es el estreno de la semana -no importa si es Wes Anderson o Adam Sandler- sí Netflix o YouTube lo estuvieron anunciando, es muy probable qué al menos puedas preguntar ¿por qué sí o por qué no le gusta? ¿Cierto? Igual y tu alma gemela también es fan del Juego del Calamar.
Comida y solo comida
Esto puede facilitarse si estás en un establecimiento que vende alimentos, pero no es un condicionante. Comenzar una charla con “se me antojaron unas papas a la francesa -o las de tu preferencia-” y preguntar simplemente sí comparte ese gusto es uno de los perfectos rompehielos, ya que no se inmiscuye en ningún tema personal y puede ser un parteaguas perfecto o el pretexto ideal para alejarte de esa persona que lo gustan las papas.
Luis Miguel, Messi y Scarlett Johansson
El chismecito farandulero siempre tiene tela de donde cortar, personajes tan ajenos, pero tan arraigados a la cultura pop, que hablar de ellos no requiere mayor ciencia, y sí el destinatario no gusta de estos temas, siempre puedes preguntar un clasiquisimo: es que lo vi en un hilo de twitter.
Aprendí a coser o terminé un curso nuevo
A las personas les gusta hablar sobre sus pasatiempos y es probable que se interesen en los que tú tienes, si esto fracasa, puedes recomendar aquel curso de mecánica que ni tú te animaste a tomar, pero recuerda: presionar o insistir mucho puede arruinar la conversación más genuina del mundo.
El clima
Sí, sí, lo sé, es demasiado común, es un tema muy suave, pero ¿no es eso lo qué buscamos? Preguntar si estás a favor o en contra del frío o el calor siempre puede ser un gran punto de partida y quién sabe quizá encuentres a tu nuevo compañero al Sahara o tú próxima cita en Nueva York.
Un par de consejos
Es verdad que hay todo un arte en la charla trivial, pero mientras no te centres demasiado en ti y evites la mayoría del tiempo las preguntas personales, siempre son entornos que pueden ser fácilmente controlados con un “me tengo que ir”.
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