Vivir con ansiedad social, y más en la adultez, es mucho más complicado de lo que parece. Aún estando en tratamiento, puedes descubrir que eres menos funcional de lo que creías, y la simple idea de entrar en contacto con desconocidos te genera una angustia inimaginable para cualquier persona que no entre en este espectro. Sin embargo, con un poco de paciencia, práctica y disposición a salir de tu zona de comodidad, puedes hacer milagros con tu vida social.
Según un estudio del Journal of Anxiety Disorders, la gente con desorden de ansiedad social tiene una brecha en habilidades sociales que limita su desempeño social, al grado que, incluso cuando logran controlar su ansiedad, no tienen idea de cómo iniciar una conversación ni leer lenguaje corporal o interpretar señales sociales. Sin embargo, no es nada que no se pueda aprender; el chiste está en asimilar que la comunicación es más que sólo hablar y que, conn un poco de práctica, puedes acostumbrarte a las situaciones sociales.
A continuación unos tips útiles para tener una conversación cuando tienes ansiedad social.