México gana 10 millones de ateos

La religión es parte del legado de muchas familias que transmiten su fe de generación en generación y es un eje fundamental de la cultura de este país, aunque el cambio se está ha ido gestando durante las últimas décadas ya se aprecia un cambio en las creencias de los mexicanos.

El pasado 2020 se llevó a cabo el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), entre los datos más relevantes de los hábitos de los mexicanos ha sido la contracción de los católicos en México en los últimos 10 años.

Es decir, entre 2010 y 2020 el catolicismo es el que más feligreses perdió, según este ejercicio censal. Para 2010, el INEGI registró que el 82.7% de la población en México se consideraba abiertamente católica, para el 2020 solo sumaron el 77.7%, lo que equivale a 97.8 millones de personas.

Aunque esta cifra no merma la distancia abrumadora que tiene el catolicismo como religión hegemónica en el país, no es cosa menor pensar como hace un siglo era un país que el 99% de sus habitantes se identificaba con esta fe, ahora la caída se acentúa.

La contracción del catolicismo en mexicano no es una total reducción del cristianismo, ya que en importantes regiones del norte y sur las iglesias evangélicas aumentaron sus feligreses en casi 5 %, colocándose como el segundo grupo religioso más amplio del país, sumando cerca de 14 millones de personas que se identifican con esa fe.

En ciudades fronterizas del norte y comunidades rurales del sur del país es donde se puede ver una dinámica más creciente de las iglesias evangelistas.

Sin embargo, la cifra que se manifiesta de forma más controversial es el creciente número de ateos mexicanos. Esta población se elevó al doble desde 2012, hoy suman 10 millones 211 mil 52 personas que no se identifican con ninguna creencia religiosa. Aunque se reparten en todo el país, su mayor concentración está en las mayores ciudades de la nación.