¿Cómo lidiar con la dismorfia por Zoom?
El paso más importante es estar consciente de la situación. Y aunque, como casi siempre en la vida, la terapia es tu mejor aliada, hay algunas medidas que puedes tomar por ti mismo.
Evita hablar mal de ti mismo
Si la cámara te muestra una versión de ti mismo que no te gusta, no te lo autorrestriegues ni te insultes. En la vida siempre es importante aprender a ser amable con uno mismo.
Concéntrate en ti
A menos que seas modelo, nadie te contrató por tu bonita cara (aunque la tengas). Concéntrate en otros aspectos de tu vida te ayudará a desviarte de esta imagen completamente falsa que estás creando de ti mismo.
Recuérdatelo mil veces
Cada vez que pienses en lo feo que te ves, recuerda que la cámara rara vez hace un retrato acertado de ti mismo, y mucho menos cuando la calidad de tu cámara no es la mejor, la luz no es la correcta y tu posición seguramente tampoco.
Marca límites
Estos tiempos exigen compasión, y eso incluye tener el derecho a no prender la cámara si no es necesario. Tienes todo el derecho a mantenerte “invisible” si así lo deseas.
Limita tus interacciones en redes sociales
En una era en la que las redes sociales y el retoque digital –sea Facetune o Photoshop– están al alcance de todos, es inevitable compararse y dejarse llevar por imágenes considerablemente falsas. Por eso, es mejor limitar nuestra exposición a redes sociales y tener muy presente que lo que estamos viendo no es real.
Alza la voz
Habla, ya sea con tu terapeuta, tus amigos, una persona de confianza, y expresa tus inseguridades. Normalicemos platicar en pro de la salud mental.