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¿Todos te odian? Aquí te decimos cómo lidiar con eso

Si crees que todos te odian, tenemos buenas noticias: lo más posible todo esté en tu mente.
mar 24 agosto 2021 06:00 AM

Sentir que todo el mundo te odia es una sensación común, especialmente cuando llegas a un nuevo círculo de personas, como un trabajo, una escuela o una fiesta con desconocidos. También es una sensación que se puede detonar cuando estás bajo mucho estrés. Y sin embargo, sea cual sea la razón, muy pocas veces es un sentimiento cierto.

¿Por qué siento que todos me odian?

Primero, relájate porque es muy seguro que sólo sea tu mente jugando contigo. Según la terapeuta Anita Chlipala, la gente tiende a concentrarse en lo negativo más que en lo positivo y encuentra formas de perpetuar pensamientos negativos sobre sí misma. A esto se le llama sesgo de confirmación, y nos hace creer en pensamientos que ni sabemos si son ciertos. Y esto, aunque al principio mencionamos los escenarios en los que es común, puede suceder en cualquier momento. Por ejemplo, cuando ves en redes sociales que tus amigos salieron sin ti o cuando no te llaman para salir en alguna foto grupal.

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Todos alguna vez nos hemos sentido así, y en ese sentido, Chlipala señala que es importante reconocer distorsiones cognitivas. El problema es que la gente muchas veces no se da cuenta de que su pensamiento no es saludable. La lista de distorsiones cognitivas que mostramos a continuación es un buen punto de partida para hacernos más conscientes al respecto:

Todo o nada: Es polarizar todo al punto de que, si, por ejemplo, un amigo fue al cine a última hora, te malviajas pensando que seguro ya lo tenía planeado y no te quería invitar. Si tienes este tipo de sesgo, es posible que pienses con palabras muy absolutas, como “siempre “ o “nunca”.

Catastrofizar: Esto es cuando haces un drama de cualquier cosita. Así, piensas que un amigo te odia porque se te olvidó su cumpleaños o porque te dijo “hola” en vez de “qué onda”.

Personalizar: Este sesgo es muy importante cuando crees que todos te odian, pues es cuando te tomas todo personal. Como cuando alguien dice que te iba a llamar por teléfono y no lo hace, y juras que es porque te odia cuando en realidad tuvo una situación que nada que ver contigo.

Filtros mentales: Cuando dejamos pasar las cosas buenas y nos concentramos en las malas. Son los sesgos que hacen, por ejemplo, que veamos a nuestras ex parejas como monstruos tiranos, en vez de personas comunes que cometen errores pero que también tienen virtudes.

¿Y cómo me deshago de esos pensamientos?

Lo primero es aprender a reconocerlos y pensar en los factores que contribuyen a esta línea de pensamiento. Aquí, Chilpala dice que hay que convertirnos en nuestros propios abogados del diablo y retarnos a encontrar explicaciones e incluso pedir retroalimentación a nuestraspersonas cercanas. O bien, enfrentar a la persona que nos está haciendo sentir mal. Obviamente no le vas a preguntar si te odia, pero sí puedes preguntarle algo como: “He notado que si yo no te busco tú ya no me hablas. ¿Pasa algo? Quiero asegurarme de no haberte hecho enojar o haberte lastimado de alguna manera”.

Es importante aprender a detectar estos pensamientos antes de que se conviertan en un patrón mental común, y recordar que muchas veces la gente ni se da cuenta de los detalles

Estos sentimientos, además, son una señal de que debes concentrarte en si estás proyectando en tus amigos el mundo exterior problemas internos que estás arrastrando. Por ejemplo, si piensas esto cada vez que peleas con tu pareja, asegúrate de notarlo y de reenfocar tu pensamiento en formas saludables. Ahí es cuando hay que considerar adoptar técnicas de mindfulness y relajación, y, obvio, terapia si sientes que necesitas ayuda de alguien más.

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