Así, en Colaboración con la plataforma Artereum, especializada exclusivamente en hacer NFT, Morton realizará esta subasta el 24 de junio, como parte de una venta que también incluye lotes físicos, con piezas de artistas nacionales e internacionales como Keith Haring, Dr. Lakra, Heriberto Quesnel, Joaquín Flores, Lucien Shapiro y Valerie Campos. Ante la idea intangible del NTF, Morton se enfrenta a un nuevo reto, con ventajas que a vceces son complicadas de dimensional a simple vista. “El funcionamiento del NFT, respaldado con la misma tecnología que las criptomonedas, hace que se protege la propiedad y la autoría de las piezas, y hace que sean piezas únicas, irreproducibles e infalsificable. Eso da un respaldo importante de la unicidad de la pieza. Es un poco complicado entender el funcionamiento, pero el hecho de que tanto el artista como Morton lo estemos respaldando, tiene que darle cierta confianza al comprador, de que está comprando una pieza única. El mundo del arte está cambiando y el hecho de que el NFT se debe a la pandemia. Sin embargo, es algo que se ha tratado de hacer desde hace años, con los cryptopunks o los cryptokitties, que han estado en funcionamiento desde el 2012”, explicó Serrano. “Hay que hay que empezar a tener como esta apertura. El arte está revolucionando según las nuevas tecnologías que nos están acompañando en nuestras vidas, así como sucedió hace mucho tiempo con los performance, el cine, la música, etcétera. Hoy vamos a tener una cierta crítica por los NFT, pero de igual manera hay un sustento detrás, que es la tecnología, que es lo que estamos viviendo ahorita y que es un boom que está, que está latiendo constantemente.
Y precisamente, el latido es pieza clave de ”VIVA”, la pieza que está por subastarse. En ella, Juan Carlos muestra un corazón que la te en el mundo digital. “Juan Carlos exploró esto pasando su soporte –que es un óleo sobre tela– a un mundo digital. Entonces mantuvo la esencia de la pintura, creando este fondo blanco donde se ven las pastas de de la masa del óleo, y el corazón en medio que simboliza el órgano más importante del ser humano que nos hace latir, nos hace vivir e inclusive es de los dibujos que más se reproducen en el colectivo cultural. Posteriormente él pasa esto al mundo digital donde está palpitando y donde tiene ese sonido infinito, que es el latir”. En el catálogo de la subasta, la imagen de la pieza fue reemplazada por un código QR que llevará al espectador a la pieza original, y se bloqueará al momento de su venta.
¿Es riesgoso invertir en un NFT? Definitivamente hay algo de eso. “Pero ahorita es el momento de atreverse”, alienta Fernanda. “Después, en uno o dos años, esto puede ser algo muchísimo más grande, cuando los creadores se empiecen a interesar un poco más en esto y el mercado conozca lo que está sucediendo actualmente en el mundo”.
Cuando compras una obra de arte tradicional, una que ocupa un lugar en el espacio, su uso es obvio: la expones, la guardas en tu colección privada, o bien, la almacenas. El encanto del NFT es distinto. Además de ser una inversión, es un deleite cultural de lo que está sucediendo hoy en día. “A lo mejor te lo vas a tener en tu sala viéndolo todos los días o en tu comedor y vas a decir ‘¿qué bella está mi pieza, no?’. Tienes acceso a tu pieza por medio de una plataforma digital, y lo importante es que tú eres el propietario, o sea, tú le puedes sacar una screenshot y a lo mejor pasársela a alguien más, pero la pieza es tuya. Aquí la importancia es que la inversión es tuya, y nadie más, aunque tenga una copia. Es como si tú compraras una pieza en la galería y después compras el póster y ese póster se lo regalaras a alguien más. Sí, es el póster de la pieza, pero no es la pieza”.
Al comprador que adquiera la pieza en subasta e se le va a entregar, por medio de la plataforma a su wallet, un token que vas abrir por medio de una plataforma. En cualquier momento, el diseño es libre de venderlo en subasta o venta directa y el blockchain automáticamente sabrá que la pieza fue vendida. Jamás se le pierde la vista a un NFT. El artista, por su parte, firma un smart contract con la plataforma para constatar que la pieza es suya. Eso refuerza la seguridad tanto de la obra como de la inversión.
Hay que tomar el cuenta que el mercado del NFT es especulativo y no se puede determinar aún la plusvalía de las obras. Sin embargo, la efusividad que han generado estas obras en el mundo del arte hace que se consideren un mercado atractivo, lleno de posibilidades.
“Viva” de Juan Carlos del Valle se subastará el 24 de junio en Morton, con un precio inicial de 35,000 mxn.