Una frontera es una línea real o imaginaria que separa un estado de otro, pero más allá de la acepción geográfica y política, también puede ser algo que nos limita para desarrollar nuevas habilidades o talentos, alcanzar nuestros objetivos o simplemente vivir nuevas experiencias.
Tres líderes de opinión nos comparten su opinión respecto a este concepto desde su perspectiva y oficio.
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Juan Pablo Vega, Músico
“Siempre he creído que en la música, la crítica puede ser una buena frontera, porque no sabes el tipo de artista que eres hasta que alguien o algo te hace ver tus propios límites. Hay tanta música tan valiosa en todos lados que para qué encerrarse. Considero que quedarse dentro del mismo lugar equivale a agremiarse, y siempre he huido de eso. Un ejemplo de romper fronteras es que colaboré con Piso 21, una banda de reguetón. Venía de hacer Nada personal, un disco con aspectos de jazz y folk, y que alguien me eligiera como productor para este género fue como cruzar hacia un nuevo lugar. No tenía ni idea, así que investigué y lo hice, pero ellos me dijeron que no era por ahí. Fue una crítica directa y agradezco mucho que alguien me dijera: 'Gracias, no me gusta, inténtalo otra vez', porque me hizo moverme, salirme de mí mismo, romper las fronteras que a veces yo mismo me he impuesto”.
Juan Pablo es un cantautor y productor colombiano, ganador del Grammy Latino. “Eso que me das” es el primer sencillo de su próximo disco, que fusiona los géneros soul y R&B.
“La frontera es un miedo que te reta, y yo la crucé en 1991, en Tijuana, después de que me negaron la visa dos veces. Recuerdo que veía el alambrado fronterizo aquella noche y para mí era un reto necesario. Aprendí que cuando vences el miedo, esa línea que te aterra, eres realmente capaz de conocer tu potencial; si no te atreves, nunca sabrás quin eres en realidad. Además, estar de este lado y querer estar del otro es algo fundamental para valorar el éxito. A mis cocineros les digo que si nunca han estado abajo, jamás podrán ser tan felices cuando estén arriba. Sin esfuerzo, puedes ser mediocre y pensar que llegaste a la cima, pero jamás apreciarás de verdad el éxito. Ahora que logré lo que quise, la frontera que quiero alcanzar es tener un equilibrio entre mi vida y mi trabajo. Y es paradójico, porque lo más importante en la cocina es tener un equilibrio de los ingredientes. Ya estoy trabajando para cruzar esa línea”.
Carlos es el primer chef mexicano en ganar una estrella Michelin por su restaurante Mexique. En 2019, inauguró Tzuco en Chicago, inspirado en la cocina de su natal Huitzuco, Guerrero.
“Las fronteras son inventos, construcciones que hacemos. A veces son útiles, pero darles mucha importancia trae problemas. En el plano narrativo, he querido explorar varios ‘territorios’ o disciplinas distintas, como el cine, el cómic y el periodismo, y pienso que son lenguajes o ‘mapas’ diversos para la misma cosa. Las convenciones son diferentes en cada uno, pero su esencia es similar: buscan contar historias, son medios de transporte a través de la experiencia y el alma humana. Es lo magnífico de las historias: nos conectan a través del tiempo y el espacio; son lo contrario de las fronteras, no separan ni discriminan. Contar historias es lo más lejano a construir un muro; más bien es una invitación que se extiende a todos los migrantes que quieren cruzar, traspasar o, de plano, suprimir las barreras por completo. Y esa frontera que se permiten traspasar, es la de la experiencia que percibimos como ‘el otro’”.
Mateo es un escritor mexicano. Con Una cita con la Lady (Anagrama), ganó el premio Ciutat de Barcelona en 2019. Es coguionista, junto a Jonás Cuarón, del drama migrante Desierto (2015).