Según las autoridades del país organizador , 160 vuelos harán de manera cotidiana de lanzadera entre el país anfitrión y sus vecinos, de los cuales habrá una treintena desde Dubái, uno de los siete emiratos de Emiratos Árabes Unidos.
Estos vuelos chárter son una bendición para los casi diez millones de habitantes de los Emiratos, expatriados en su gran mayoría como es el caso de Firas Yassine, aficionado de la selección francesa.
Este joven francolibanés residente en Dubái no dudó en comprar billetes para asistir junto a su mujer al primer Mundial organizado en Oriente Medio.
Pero al ver los precios de las habitaciones de hotel en Doha, decidieron hacer el viaje de ida y vuelta a la ciudad el 26 de noviembre, llegando cinco horas antes del pitido inicial y regresando pocas horas después del final del partido.
"Visitaré la ciudad , veré el partido y volveré a casa", dice a la AFP.
Destino turístico
Las autoridades de Dubái esperan que esta opción seduzca también a los aficionados del fútbol venidos del extranjero.
Qatar prevé acoger entre 1 y 1.2 millones de personas durante el Mundial, pero ciertos aficionados se quejan de la escasez de alojamiento propuesto en Doha, de las restricciones en el alcohol y de la ausencia de entretenimiento en este rico pero pequeño país musulmán conservador.
Menos rico en hidrocarburos que los emiratos vecinos, Dubái se ha impuesto sin embargo como un enclave turístico mundial, con sus innumerables hoteles, bares, centros comerciales y atracciones desmedidas.
"Hasta un millón de visitantes" podrían hacer rodar sus maletas por los Emiratos durante el Mundial, según esperá el organismo público Dubai Sports Council, en un comunicado dado a conocer la semana pasada.
Las autoridades habían anunciado a inicios de mes que visados de múltiples entradas serían acordados a los poseedores de billetes de partidos.
Algunos aficionados "querrán aprovechar la ocasión para visitar los dos países", prevé Expat Sports, una agencia de turismo especializada en eventos deportivos, basada en los Emiratos.
"Dubái es conocida a nivel mundial y numerosas actividades ligadas al fútbol serán propuestas", añade en un email dirigido a la AFP.
El emirato anunció la apertura de varias fan zones, en los parques, en las playas o en el centro financiero de Dubái, célebre por los numerosos restaurantes de lujo.
"Normas sociales más ligeras"
Un hotel, sobre la isla artificial de The Palm, estará también totalmente reservado a los fans del fútbol.
Expat Sports dice haber constatado una fuerte demanda de reservas "de México, de Reino Unido, de Europa y de la India". "A este ritmo, esperamos que el hotel esté completo", dice.
El domingo, el Primer ministro de los Emiratos y el dirigente de Dubái, el jeque Mohammed ben Rachid Al-Maktoum, indicó que los ingresos del turismo habían aumentado a 5.000 millones de dólares en el primer semestre de 2022, confiando en un "fuerte rendimiento este invierno".
Antes de la pandemia, Dubái recibió por si solo casi 16 millones de turistas en 2019, contra los 5.51 millones el año posterior y 7.3 millones el año pasado.
Además de "la ventaja de ser un destino turístico mayor", el emirato se distingue en comparación a otras ciudades del Golfo por "normas sociales más ligeras sobre ciertos aspectos culturales, como el consumo de alcohol o los códigos de vestimenta", señala James Swanston de Capital Economics.
Normalmente en Qatar la venta de alcohol se limita a una tienda gubernamental y a una treintena de bares y restaurantes de hoteles.
La organización intentó tranquilizar a los fans la semana pasada anunciando que los puestos de cerveza abrirían durante algunas horas alrededor de los estadios y en las principales "fan zone" de la FIFA en Doha.