¿Visiones distópicas?
Los detalles de The Line siguen siendo inciertos, pues muchas de las revelaciones que conocemos hasta ahora provienen de un comunicado de prensa liberado hace algunas semanas. Además de sus beneficios ecológicos, las autoridades locales consideran que la edificación brindará un gran impulso a la economía local con la generación de 380 mil empleos e importantes fuentes de ingreso por parte del turismo nacional e internacional. Muchos de estos beneficios empezarán a manifestarse dentro de poco tiempo, pues se contempla que el proyecto recibirá a sus primeros habitantes en 2024.
No todos creen, sin embargo, que esta urbe del futuro sea tecnológicamente viable. Más común aún es que muchos la han etiquetado de distópica, no tanto por lo que pretende, sino por el modo en que podría conseguirlo.
Arabia Saudita suele ser blanco de duras críticas por sus continuas violaciones a los derechos humanos. De inicio, se teme que las autoridades sobreexploten a sus trabajadores con el único fin de alcanzar las metas señaladas. No a los nacionales, que recientemente se han visto beneficiados por una serie de reformas laborales, sino a los migrantes que ocupan la mayoría de las plazas en la mano de obra y que en muchos casos no cuentan con protección legal de ningún tipo. Human Rights Watch se ha manifestado contra este tipo de abusos desde hace años, pero poco ha podido hacer por resolver el problema.
Incluso hay quienes temen que la construcción se use a modo condena. El argumento puede atribuirse a que en marzo de este año se dio la ejecución de 81 personas en un mismo día por diversas acusaciones de terrorismo. Es la mayor ejecución masiva del reino desde 1980. Algunos críticos creen que el reino podría buscar un modo de sacar mejor partido a sus presos, lo que además ayudaría a reducir los costos de un proyecto multimillonario.
En caso de concretarse, sería una utopía alcanzada desde el sufrimiento y el dolor, lo que sólo aumentaría las sensaciones de que estamos ante un proyecto sacado de ciencia ficción. El tiempo dirá si The Line es una solución a muchos de los problemas que nos aquejan, o una nueva adición a la larga lista de dolores de cabeza que nos aquejan.