Aunque es un hecho que este tipo de restricciones se intensificaron durante la pandemia, lo cierto es que Airbnb tiene la mira puesta en este tipo de reuniones desde hace tiempo. En 2019, el 73% de su listado global no las autorizaba; las primeras medidas creadas en 2019 prohibieron las invitaciones abiertas y las llamadas casas de fiestas crónicas tras un tiroteo en California que resultó en cinco muertos. Sin embargo, las fiestas tradicionales seguían estando permitidas.
Esto cambió en agosto de 2020, cuando la incertidumbre en torno a las reglas de reuniones y distanciamiento social provocaron que la compañía se decantara por la prohibición de fiestas en domicilios particulares en todo el mundo. Esto aunado a que cada vez eran más los usuarios que alquilaban inmuebles en la plataforma para realizar todo tipo de celebraciones. Fueron muchos los que rompieron la norma y fueron expulsados permanentemente.
La compañía asegura que éstas nuevas reglas han funcionado, pues “creemos que existe una correlación directa entre nuestra implementación de la política en agosto de 2020 y una caída interanual del 44% en la tasa de informes de los partidos. La prohibición ha sido bien recibida por nuestra comunidad anfitriona y hemos recibido comentarios positivos de los líderes de la comunidad y los funcionarios electos. A medida que aprovechamos este impulso, creemos que es el momento adecuado para codificar esta política”.