Hablamos con un experto del tequila y esto nos contó
Enrique de Colsa tiene la actitud sencilla y confiada que los expertos proyectan. Su camino profesional ha incluido trabajar con uno de los pioneros del tequila Premium en México: Julio González, con quien colabora desde 1997. Veintidós años después, Colsa se ha convertido en uno de los personajes parte aguas de la industria tequilera en el país, principalmente por las innovaciones que ha implementado en el mercado. Hablamos con él acerca de las mismas y sobre sus perspectivas de este destilado mexicano.
“Aunque en 30 años la categoría (tequilera) ha cambiado, nunca ha bajado. En tres décadas siempre hemos visto crecimiento”, asegura de Colsa. Sin embargo, existe todavía camino por recorrer, ya que el maestro tequilero sigue sorprendiéndose con la falta de conocimientos básicos sobre el elíxir emblemático de México en el mundo. “Es impresionante que mucha gente, incluso nacional, no sepa cómo se hace, ni que existen regiones en el país autorizadas para su producción”, cuenta.
Por el lado amable, Enrique de Colsa considera que el brinco en estatus ha sido clave en el consumo del tequila. “La diferencia es abismal cuando se compara entre el estereotipo de Pedro Infante con la botella en la calle, a las cenas de cinco tiempos maridados con tequila que ahora suceden”.
Parte de ese cambio ha sido la constante innovación de su casa tequilera. Una de esas creaciones novedosas fue Don Julio 70, un tequila añejo y cristalino, que marcó el inicio de la tendencia a los destilados transparentes pero con gran carácter y suavidad. “Fuimos nosotros quienes se atrevieron a dar el salto”, comenta de Colsa. Al contrario de lo que podría parecer, este destilado no fue ideado para ser transparente. De acuerdo con de Colsa, la idea era crear una bebida que uniera lo mejor de dos mundos: la potencia en el paladar del tequila joven y la suavidad en la garganta del añejo. “Se me ocurrió cuando estaba en una cata de tequilas en Estados Unidos. Cuando probamos el añejo, quien la dirigía dijo a los asistentes que recordaran que lo que estábamos degustando era tequila, incluso si resultaba muy suave”, cuenta. “Entonces pensé en trabajar alguna bebida que tuviera al mismo tiempo esa potencia y delicadeza. La verdad es que nunca pasó por nuestra mente que fuera cristalino, eso llegó por añadidura”.
A la hora de catar tequila Enrique de Colsa da algunos consejos: fijarse en la correspondencia de aromas y sabor, pero también en la potencia característica que todo tequila debe de tener: “si es joven debes sentir picor en la lengua y si es añejo se debe de sentir suave en la garganta”, concluye "Don Julio 70 une justo lo mejor de ambos mundos".