Guía básica para disfrutar Holbox
La isla de Holbox ha logrado mantenerse lejos del turismo de la región, siendo todavía un escape para el descanso y la conexión con el entorno y uno mismo. La arena blanca es tan fina que se desvanece en las manos.
Las tardes regalan un paisaje sorprendente que todos debemos vivir por lo menos una vez en la vida. Para que disfrutes de este destino, te compartimos una pequeña guía para un viaje inolvidable.
¿Qué hacer?
En las calles transitan solo peatones, bicicletas y algún carrito de golf que funciona como taxi. Aquí, el mayor lujo es caminar descalzo y rebotar al pasar rodando sobre un bache natural.
El centro está siempre lleno de color y vida gracias a una combinación de restaurantes, tiendas, boutiques y street art que busca preservar la memoria local.
Para encontrar detalles que emanen siempre el espíritu de Holbox, visita la boutique de Luuma y la plaza Parador 33 , dos spots imperdibles.
¿Dónde comer?
Básico Holbox es un espacio contemporáneo que invita al pleno disfrute gastronómico a base de mariscos sin sacrificar la comodidad que ofrece la playa. El restaurante sirve comida informal durante el día, para después servir imaginativos cocteles al ritmo de la música tropical.
A unos pasos de la playa, los focos del jardín de Luuma invitan a pasar una noche bohemia entre sabores internacionales, tragos frescos y el sonido de una guitarra.
En un ambiente más íntimo y sofisticado, El Chapulim sirve un menú gourmet de temporada a base de cosechas muy frescas y pesca del día. Este restaurante se disfruta mejor al anochecer.
¿Dónde dormir?
CasaSandra ofrece un contacto directo con la playa . Dentro de la casona, y en las 18 habitaciones, no faltan los detalles artísticos y los rincones sonorizados con música instrumental.
La atención es personalizada, adaptando el servicio a las necesidades de cada huésped y al tipo de actividades que quiera disfrutar.