¿Por qué Río de Janeiro está loco por el vino?

Hasta hace unos cinco años tomar una simple copa de vino en bares y restaurantes de Río de Janeiro era tarea titánica. Pero algo ha cambiado en la ciudad carioca. Los winehouses (bares de vino) empiezan a surgir en cada esquina y los restaurantes tradicionales han ampliado su bodega con sangrías, espumosos y vinos brasileños dirigidos sobre todo a los comensales más jóvenes.

Si vas a tierras amazónicas, te damos algunas opciones de locales donde podrás probar estas bebidas.

BAR CANASTRA
Edifício Paranoá - R. Jangadeiros, 42 - G - Ipanema, Rio de Janeiro - RJ, 22420-010, Brasil

El bar Canastra es, por mucho, el "lugar" para tomar vino. En el corazón de Ipanema, este lugar se convierte en el epicentro de la movida vinícola. No sólo tiene el mejor ambiente (atestado de locales y curiosos turistas sentados en la banqueta sobre bancos y cajas de madera), sino las noches de ostiones son verdaderos carnavales de gastronomía y maridaje. El menú sólo cuenta con referencias brasileñas (incluyendo sangrías) y a los precios casi les falta un moño y celofán. Los quesos de la Sierra de la Canastra (Minas Gerais), producto 100% brasileño se acaban antes de la media noche. Los dueños, franceses, abrieron el local hace casi dos años con una selección de vinos elaborados en Brasil. Existen otros lugares como WineHouse, en Botafogo, un bar dedicado al vino.

PIZARRA DE WINEHOUSE
Rua Paulo Barreto 25, Rio de Janeiro, Rio de Janeiro 22280-010, Brasil

Pizarra de WineHouse, en la zona de Botafogo, o el Bar do Lado, en el hotel Marina All Suites, en el barrio de Leblon, que organiza ya festivales de sangría cada domingo (a precios más baratos de lo habitual), mientras que Formato Vino & Forneria, restaurante italiano de Botafogo, lanzó una campaña de maridaje para fomentar el consumo de vino en sus mesas.

UNIKO
R. da Quitanda, 86 - Centro, Rio de Janeiro - RJ, 20091-005, Brasil

En el centro de la ciudad, existe un santuario de verdadera cocina gourmet. En medio del caos de la hora pico, Uniko nos espera con muy buena comida y un ambiente con clase, distinguido, una tregua al bullicio de allá afuera. Situado en el edificio SulAmérica, el sitio tiene un bonito balcón y un menú que presume como sugerencia los pulpos de Sicilia con las patatas asadas, ravioli de ternera con fondue de queso, tagliata de ternera con foie y patatas soutée, y el bacalao mediterránea, y para el postre, almendra con leche con bayas.