Limpiar y no prestar tus audífonos te ayudará a evitar enfermedades
Vamos por partes. Hay personas a las que no les importa prestar sus audífonos , y también hay quienes lo ven como uno de los artefactos más personales que existen. Después de leer lo siguientes datos, dejarás de señalar a los segundos y correrás por los tuyos.
Tras analizar un par de audífonos de uso diario se comprobó que cuentan con más de 119 mil 186 unidades formadoras de colonias, es decir, una auténtica bomba de bacterias que podría espantar a más de uno. Es más, esa cantidad de suciedad supera en dos mil 700 veces las que se encuentran en una tabla de cortar de cocina.
Las bacterias se reproducen y encuentran el hogar perfecto en un auricular , por lo que prestarlos puede ocasionar infecciones de oido u otras enfermedades mucho más graves.
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Por ello, es sumamente importante que los limpies cada ocasión que termines de utilizarlos, y para ello, nada mejor que los palillos y los tan criticados hisopos.
Para hacerlo correctamente, deberás de mojar el hisopo con alcohol, y de esa manera podrás desinfectar el aparato tecnológico en pocos minutos.
Deberás ingresarlo en los lugares donde encuentres cera, y hacerlo con sumo cuidado, pues cualquier endidura es suficiente para albergar bacterias.
Ojo, está prohibido utilizarlos si están húmedos, pero como el alcohol seca muy rápido, no tendrás que esperar más allá de un minuto.
Recuerda que los audífonos, al entrar a tu oreja, se convierten en un artefacto de uso personal, y por mucha amistad o amor que sientas por la persona a tu lado, prestarlo puede causar una enfermedad.
