Un país que se desborda por su selección tiene en
, llamado a ocupar su lugar el día que cuelgue los botines, en el primer tiempo hizo que las alarmas se apagaran; pero, en la segunda parte, al minuto 49, un error de Javier Mascherano hizo que toda Argentina sufriera.
Los siguientes minutos fueron de angustia para Maradona, quien fue enfocado por las cámaras en diversas ocasiones. El rostro de tristeza era un reflejo de lo que pasaba con los jugadores en la cancha.
Pero la luz llegó al minuto 86. Marcos Rojo, uno de los defensas más señalados en la convocatoria, remató un centro como si fuera un delantero. Venció al arquero nigeriano y Diego festejó como si hubiera sido campeón del mundo.
Argentina está en Octavos de Final, lo espera Francia y la celebración de Maradona, con el dedo medio señalando a los aficionados que se burlaban de él, está justificada... al menos para todos los argentinos.