El valle de Joux, una imponente región anidada en las montañas del Jura, se ubica aproximadamente a una hora al norte de Ginebra, Suiza. De una belleza natural que desarma, estos parajes pueden ser verdaderamente desoladores durante el invierno, razón por la cual, a partir del siglo XVIII, los granjeros comenzaron a dedicar sus jornadas a la producción de componentes de relojes.
Audemars Piguet: un siglo y medio de precisión
Experiencias inmersivas, piezas especiales y celebraciones alrededor del mundo marcarán un siglo y medio de vida de Audemars Piguet, un exponente destacado de la alta relojería suiza.
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Este fue el inicio de la alta relojería en la zona y el motor que impulsó la fundación de la manufactura de Audemars Piguet en el año 1875.
El taller fue iniciado por Jules Louis Audemars, quien, seis años más tarde, en 1881, firmó un contrato de asociación con un vecino y amigo de nombre Edward Auguste Piguet. La pasión que ambos compartían por el oficio, el desarrollo de complicaciones y la precisión de los movimientos, hizo que sus creaciones fueran ganando renombre en Suiza y más allá de sus fronteras.
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En 2025, Audemars Piguet cumple 150 años de historia a lo largo de los cuales ha dado vida a creaciones como L’Universelle –un reloj de 1899 que, tras un complejo proceso de restauración, hoy en día late en el corazón de su museo y que con sus 26 funciones fue el más complicado del mundo en su momento–, el Royal Oak, un emblema de la alta relojería contemporánea, y el Code 11.59.
Las celebraciones incluyen, desde luego, el lanzamiento de piezas especiales, como un Royal Oak Calendario Perpetuo Esqueletado, la presentación de un nuevo tono de cerámica azul que evoca los cielos nocturnos del valle de Joux y la creación de una experiencia inmersiva de realidad virtual que invita a los espectadores a descubrir la complejidad que involucra la manufactura de objetos mecánicos.
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