¿Qué pasaría si tuviéramos un invierno como el de 'Game of Thrones'?

De acuerdo con George R.R. Martin y un estudio de la Universidad de Albany, la serie también se puede pensar desde el punto de vista del cambio climático
'Winterfell', primer capítulo de la temporada ocho de 'Game of Thrones'

En 2018 Geroge R. R. Martin dió una

y aclaró una de las teorías que ya venían circulando entre los seguidores de la serie: que puede también leerse como una alegoría sobre el cambio climático.

"Hay, en un sentido muy amplio, un paralelo con el tema. Los habitantes de Westeros están luchando sus batallas individuales entre el poder, el status y la riqueza. Y están tan distraídos que ignoran la amenaza de que "el invierno se acerca", el cual tiene el potencial de destruirlos a todos y destruir su mundo. [...] Mientras nosotros también estamos luchando y combatiendo entre nosotros mismos, también existe la amenaza del cambio climático, que, a mi parecer, está rotundamente comprobado por el 99.9 de información y la comunidad científica".

Es claro que en la vida real también estamos siendo parte de un cambio en el clima de la

. Así, el portal se preguntó qué pasaría si realmente el invierno durara muchos años, tal como sucede en la serie.

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"Depende en las causas", respondió a esta pregunta Christopher Walcek, investigador senior de la

y el Centro de Investigación de Ciencias Atmosféricas. Al respecto, Walcek explicó que el eje de la Tierra tiene una ligera inclinación al hacer su movimiento giratorio alrededor del Sol.

"Esto significa", de acuerdo con el experto, "que los rayos del Sol no alcanzan a la Tierra directamente; es decir, que al tiempo que los rayos del Sol llegan al hemisferio norte (verano), en la hemisferio sur se experimenta el invierno y viceversa. El hecho de que el eje de la Tierra esté ligeramente inclinado quiere decir que ciertas latitudes del planeta reciben más o menos luz solar directa".

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Un invierno que durase años, explicó Walcek, podría pasar si la Tierra girara en una órbita diferente, más lejana al Sol o, bien, si dejara de girar alrededor del Sol completamente, digamos, en el mes de febrero.

"Si esto último pasara, significaría que el hemisferio norte quedaría permanentemente alejado del sol. Los días serían cortos y las noches largas; habrían muchas más tormentas de nieve y ésta se comenzaría a acumular porque ya no tendríamos verano".

De acuerdo con Walcek, si tuviéramos un invierno largo como en

, "provocaría cambios importantes en los ecosistemas".

Otra consecuencia de un cambio climático de estas proporciones sería que las plantas y los animales evolucionarían para acostumbrarse a la falta de luz solar y la poca disponibilidad de energía. Si un invierno durara millones de años, declaró Walcek, "tendríamos otra Edad de Hielo, pero sin estaciones."

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