La que por muchos años pareció una historia de amor inacabable, terminó empañada por el desencanto y el distanciamiento, hasta llegar al inminente rompimiento. Messi deja al Barcelona y no es exagerado decir que con ello termina el fin de una era e inicia una ola que promete sacudir al futbol mundial. Y es que cuando hablamos de Messi nos referimos a un símbolo blaugrana, pero también a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Messi y las consecuencias de su partida del Barcelona en el futbol global
Sí, vamos a extrañarlo, pero la realidad es que poco importa el destino del argentino. Se avecina una revolución en el mundo del futbol.
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¿Un Barça sin Messi? La institución admitió un riesgo financiero por el contrato
El primer sacudido es, sobra decirlo, el Barcelona. En el presente inmediato, el ensamblado del equipo giraba completamente en torno a Messi. Esto incluyó la llegada de un buen amigo como Sergio Agüero, pero también obstaculizó la llegada de pesos pesados ante la mala situación económica del club y el elevadísimo salario del diez. Ahora el presidente Joan Laporta y el técnico Ronald Koeman deberán cambiar la configuración de la plantilla en tiempo récord , ya que el actual mercado de fichajes termina el 31 de agosto.
En el futuro inmediato, hay quienes piensan que los años de gloria del Barcelona han terminado o que al menos se verán reducidos drásticamente, pero esta aseveración es sumamente debatible. Es un hecho innegable que si bien hablamos de un equipo históricamente ganador, muchos de sus logros más recientes han estado relacionados en mayor o menor medida con el astro argentino. Después de todo, son 37 títulos que convierten a Lionel en el jugador más exitoso en la historia del club.
Sin embargo, cada vez es más evidente que la hegemonía absoluta de los blaugranas terminó hace tiempo. Después de todo, van dos años sin ganar LaLiga y peor aún, seis sin la Champions. La debacle a nivel europeo se hace más evidente si consideramos que en cuatro de estas últimas seis ediciones el equipo no ha superado los cuartos de final. Si bien la partida de Messi luce como un golpe durísimo a la moral del club, es también un corte definitivo a la llamada Messidependencia que podría convertir a Antoine Griezmann en el mayor beneficiado del movimiento.
El francés, que parecía destinado a convertirse en el gran sacrificado para reducir la masa salarial del club, ahora pinta para ser el principal referente en el ataque tras su destacada labor individual en la Euro. No es un secreto que su relación con el argentino era más de compañerismo que de amistad y que si nunca ha brillado del todo en el equipo es en buena parte porque su posicionamiento en el campo siempre priorizaba a la gran figura de la institución. En caso de asumir el reto, podría ascender como el líder de una interesante camada encabezada por Pedri y el recuperado Ansu Fati.
Eso sí, la situación no pinta tan optimista fuera del campo, ya que el argentino no es sólo un sinónimo de calidad futbolística, sino también de ventas. Apenas el año pasado, el Barcelona batalló al momento de renovar el patrocinio de Rakuten, que comenzó en tiempos del tridente integrado por Luis Suárez, Neymar y el propio Lionel Messi, y que en 2020 se tambaleó ante la incertidumbre que rodeó la continuidad del jugador. La situación se torna más drástica si consideramos que la institución estaba en plena reconfiguración de su pirámide de patrocinadores, que pasó de cuatro premium –su segunda categoría más alta– a sólo uno. Se piensa que los apoyos podrían verse reducidos o incluso terminados con la partida de la gran leyenda. El club no es el único que padece esta situación.
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Complicaciones en LaLiga
La que por muchos años fuera considerada la mejor liga del mundo y promocionada como La Liga de las Estrellas ha pasado a segundo término en el panorama europeo. Así lo muestra la debacle de los equipos españoles en las últimas tres temporadas de la Champions League.
Es por esto que el torneo ha realizado un gran esfuerzo por reconfigurar su imagen para así mantenerse atractivo, consciente de que las viejas etiquetas podrían tornarse contraproducentes. Una estrategia que comenzó en 2018 con la salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid con rumbo a la Juventus y que se consolidará con la salida de Lionel Messi del Barcelona. Aunque de momento no hay un destino asegurado, es un hecho que el argentino no seguirá en España por el simple hecho de que en este momento no hay un solo club que pueda afrontar su salario.
En su momento, Carlos Cantó, experto en patrocinio deportivo , CEO de SPSG Consulting y vocal de la Asociación de Marketing de España, explicó que LaLiga intenta replicar el modelo de la Bundesliga alemana al “abarcar muchos más conceptos y atributos […]. A fortalecer la sostenibilidad de LaLiga, más allá de si los mejores jugadores están en clubes españoles o no […]. Hay que reflexionar sobre el posicionamiento de la competición en sí porque el eje no debería estar en las grandes estrellas”.
La buena noticia es que de momento, la rentabilidad está asegurada gracias a que en 2018 se vendieron los derechos televisivos internacionales a Mediapro por 896 millones de euros por temporada hasta el 2024, lo que representó un acuerdo 30% mayor en comparación con el anterior. Por su parte, los nacionales se vendieron por una media de 1 mil 140 millones de euros por temporada hasta el 2022, que a su vez es una cantidad 15% superior a la establecida en el contrato anterior. La mala es que es imposible definir si las estrategias mercadológicas descritas serán suficientes para sostener la partida del que algunos consideran el mejor jugador de la historia.
La situación se torna especialmente sensible si consideramos que LaLiga está intentando implementar un nuevo modelo que le permita saltar al streaming de la mano de Discovery o Amazon, no con la temporada completa, sino con jornadas exclusivas o paquetes de partidos. Un acuerdo similar al del propio Amazon con la Premier League, aunque claro, con la diferenciación de que hoy día la inglesa es considerada la mejor liga del mundo. Una etiqueta que podría consolidarse con la llegada del argentino.
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Tendrán que venir nuevos proyectos
¿Cuál será el nuevo equipo de Lionel Messi? Nadie lo sabe con certeza, pero lo cierto es que pocos clubes podrían pagar sus servicios, por lo que todo apunta a que su próxima casa estará en Inglaterra, París o incluso Italia. Aunque claro, esto no implica que la incorporación esté exenta de complicaciones.
El principal candidato británico es sin duda el Manchester City, tanto por su solidez financiera como por la presencia de un viejo mentor como Pep Guardiola. A esto sumemos que, si bien recién anunció la llegada de Jack Grealish por cien millones de euros –quien por cierto, ha sido anunciado con el número diez–, el equipo aún tiene disponible una buena cantidad para refuerzos. Eso sí, la llegada del argentino implicaría dejar a un Harry Kane tan talentoso como ansioso por dejar al Tottenham. En una situación normal, el Chelsea y el Manchester United también podrían pujar por La Pulga, pero ambos hicieron sus respectivos planes y gastos en el verano y lo abrupto de lo acontecido provocó que el argentino no entrara en planes para ninguno.
Eso sí, la llegada de Messi a Inglaterra no sólo sería un sueño para la Premier League, sino un auténtico golpe de autoridad que la afianzaría como la mejor liga de la actualidad. La situación tampoco pinta mal para el argentino, quien sueña con regresar a lo más alto del panorama europeo y que estadísticamente podría lograrlo, recordando que dos de los tres últimos ganadores de la Champions League han sido británicos.
En este sentido, tal vez el Paris Saint-Germain parta en desventaja, pues no cuenta con un solo título continental y su liga es considerablemente inferior a otras del viejo continente. Las ventajas de este club radican en su poderío económico, en lo ambicioso de su planeación e incluso en su impacto emocional. Se trata de un club con grandes jugadores, pero que en muchos casos también son buenos amigos del argentino como es el caso de Ángel di María y Neymar, con quienes ha compartido vestuario en Argentina y Barcelona respectivamente. Incluso Sergio Ramos, antiguo capitán del Real Madrid y quien recientemente se incorporar al club galo, tiene una buena relación con Messi sustentada en el respeto mutuo. Elementos que Messi reclamó a gritos en la entidad azulgrana y que eventualmente serían determinantes para su partida.
Los parisinos no pararon de enviar mensajes al jugador durante su participación en la Copa América , incluyendo una oferta a su padre y representante. Esto porque su incorporación sería de gran ayuda para el equipo pudiera hacerse con su largamente anhelado primer título europeo que le permita afianzarse entre la élite del viejo continente y ganarse el respeto de todos. Irónicamente, la potencial llegada del argentino podría resultar en una reestructuración del club que facilite la salida de Kylian Mbappé, a quien le queda un año de contrato. Sí, Messi podría ayudar al Real Madrid…
La posibilidad italiana tampoco debe desecharse, pues el año pasado la Gazzetta dello Sport aseguró que el Inter de Milán tenía una oferta importante que convertiría al diez en el jugador mejor pagado del Calcio, incluso por encima de Cristiano Ronaldo. Más fascinante es la idea de verlo en la Juventus al lado de Cristiano Ronaldo, aunque esto es más un sueño que una posibilidad factible. Primero porque los turineses no han oficializado su interés en la puja y segundo porque el portugués ha manifestado continuamente sus intenciones de cambiar de aires. Una posibilidad que, hay que decirlo, se complica ahora que La Pulga acapara los reflectores en el mercado. Eso sí, su llegada a Italia sería un segundo impulso importante para la Serie A, que actualmente sueña con volver a lo más alto tras la victoria azzurri en la Euro.
Más lejana, aunque no por ello imposible, es la posibilidad de emigrar a la MLS. Equipos poco atractivos para un jugador que desea seguir en lo más alto, pero que para nada deben ser desechados ante su músculo financiero, lo que desembocaría en el punto más alto de este joven torneo. Y es que, aunque duela, el dinero será un factor clave en el futuro de Messi.
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