¿Por qué España es el mejor lugar para comer?
Andrés Rodríguez dice que “la vida es para comérsela y bebérsela”, ha adquirido esa filosofía tras años de viajes y libros devorados. Se reconoce como un hijo del baby boom que quiere gozar de la vida y que tuvo la fortuna de nacer en “uno de los países donde más se disfruta en el mundo”: España.
Tiene más de 30 años en el mundo editorial y en 2015 sorprendió con un invento propio, la primera revista sobre gastronomía que no habla sobre platillos sino sobre la gente y que lo llevó a ganar el Premio Nacional de Gastronomía por la mejor publicación periódica en papel. A través de Tapas, un medio que sólo pudo haber nacido en España –según el director–, el mundo ha volteado a ver a su país como un lugar alegre que todo lo celebra o lo discute comiendo y bebiendo, y ello le ha dado a él la autoridad para compartir la experiencia del comer como un arte.
Su abuela, afirma, no entendería la mayoría de los productos del supermercado de hoy; ella buscaría verduras, carne, pescado y el resto de los productos básicos de la dieta mediterránea. Desde su perspectiva, el español de hoy come mal, pero hay quienes comen peor.
Sin embargo, reconoce que la cultura gastronómica se está fortaleciendo y que su país natal está a la vanguardia de la cocina mundial. “Por un lado mejoramos pero por otro se nos cuela el balón entre las piernas”, expresa.
La tendencia mundial del buen comer se ve reflejado en la vida cotidiana de los españoles. Según Andrés, Madrid se parece cada vez más a Nueva York, se abren restaurantes cada semana e ir a conocer los nuevos restaurantes es hoy lo que antes era ir a pasar el rato a la histórica sala de conciertos, RockOla.
Figuras como la de Ferrán Adriá, considerado uno de los mejores chefs del mundo, han logrado que todos volteen a ver los artes culinarios de la Península Ibérica y también que se reconozca la figura de otros personajes de la cocina a los que no se les habían dado los méritos correspondientes como Arzak, quien ha explotado las cualidades de la comida vasca.
Sobre este punto, su recomendación para todo el interesado en conocer las delicias culinarias de España es simple: “Si no has ido al País Vasco saca un billete de avión ahora mismo y vete a San Sebastián y a Bilbao. Se come tan bien que lloras de alegría, no pierdas el tiempo que te vas a enamorar”.
A la gastronomía española, resalta, hay que voltearla a ver porque ofrece creatividad, producto osadía y trayectoria. Y para el disfrute de la vida y el comer bien, como comía su abuela, España, sólo España.