La estrella de 44 años llegó al tribunal vestida con un traje negro con hombreras, gafas de sol, un collar de diamantes y junto a su madre, Kris Jenner.
Estaba segura de que iba a morir esa noche
Kim Kardashian
"Quiero dar las gracias a todo el mundo, en especial a las autoridades francesas, por permitirme testificar y contar mi verdad", declaró Kardashian al inicio de su comparecencia en una mediática audiencia. "Estaba segura de que iba a morir esa noche", declaró Kim, quien entre lágrimas y sollozos, contó que les suplicó a sus agresores. "Les dije: 'Pueden llevarse todo, pero tengo que volver a casa, tengo bebés, por favor'".
La estrella relató que estaba en su habitación cuando escuchó fuertes pisadas y vio a varias personas entrar —y que pensó que eran policías, pues iban uniformados—. Uno de los atracadores dijo varias veces la palabra “ring” (anillo en inglés), en un fuerte acento francés.
Al principio “no entendí que se refería a mis joyas”, pero después los asaltantes enmascarados encontraron el anillo de diamantes de 3.5 millones de euros que le regaló el rapero Kanye West, su entonces esposo.
Estaba segura de que iban a dispararme, así que recé por mi familia
Kim Kardashian
La celebridad fue amenazada con una pistola en la cabeza, atada y amordazada. "Estaba segura de que iban a dispararme, así que recé por mi familia", relató. También dijo que temió ser violada.
En el banquillo de los acusados estaban sentados en su mayoría hombres de entre 60 y 70 años con antecedentes criminales. Responden a apodos como "el viejo Omar" u "Ojos Azules" que recuerdan a los ladrones a la antigua del cine negro francés de los 1960 y 1970.
"Son todo un equipo", dijo el investigador Michel Malecot. "Pero cometieron algunos errores", como dejar rastros de ADN que permitieron su identificación.
Aomar Ait Khedache, conocido como "el viejo Omar", de 68 años, admitió haber atado a Kardashian, pero niega ser el cerebro detrás del golpe. Khedache, que según sus abogados ya no puede hablar debido a problemas de salud, dijo a Kardashian, en una carta que se leyó en el tribunal, que "lamenta" lo ocurrido.
Kardashian derramó lágrimas durante la lectura de la carta. "Yo deseaba tanto ser abogada y luchar por las personas... Siempre he creído en las segundas oportunidades", dijo. Dirigiéndose a él, añadió: "Lo perdono por lo que ocurrió, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que mi vida cambió". "Gracias por la carta", concluyó.
Sin embargo, el robo supuso para ella un antes y un después en cuanto a cómo ve su propia seguridad. "Cambió la forma en la que me siento segura en casa", señaló, y afirmó que ahora tiene seis guardias de seguridad en su domicilio.
"Tenemos personal de seguridad a donde vamos", dijo, y explicó que ya no publica dónde está en tiempo real "a no ser que figure en una agenda pública". Según contó, fue a terapia porque tiene "bebés que criar" y no quiere "vivir con miedo". "Intento ser fuerte", apuntó.
El juicio por el robo culminará el 23 de mayo.
Con información de AFP