Los actores de Hollywood y los estudios llegaron a un acuerdo tentativo este miércoles para poner fin a una huelga de meses que paralizó la industria del entretenimiento, atrasó cientos de programas y películas y costó miles de millones de dólares a la economía estadounidense.
Actores y estudios llegan a acuerdo para poner fin a la huelga en Hollywood
El Sindicato de los Actores de la Pantalla (SAG-AFTRA) anunció que acabará a la medianoche (08 : 00 GMT del jueves) con su paralización de 118 días tras llegar a un acuerdo con estudios como Netflix y Disney sobre demandas contractuales que incluían aumentos salariales y protecciones contra el uso de inteligencia artificial.
El anuncio pavimenta el camino para que los artistas, desde estrellas hasta extras, puedan regresar a los sets de rodaje y abandonar los piquetes a las afueras de los estudios, y para activar miles de otros empleos ligados a la industria del entretenimiento.
"En un voto unánime esta tarde, el Comité de Cine y Televisión del SAG-AFTRA aprobó un acuerdo tentativo con la Asociación de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) para poner fin a los 118 días de huelga", informó el gremio en un corto comunicado.
El sindicato informó que someterán el acuerdo tentativo ante su dirección nacional este viernes para "su revisión y consideración". La ratificación del acuerdo puede durar meses, pero debe ser concretada.
Las conversaciones entre ambas partes ocurrieron casi a diario durante las últimas dos semanas. A veces, los directores ejecutivos de los estudios como Disney, Netflix, Warner Bros. y Universal fueron en persona a medida que el clamor por un acuerdo aumentaba.
Dada la duración de la huelga, los estudios enfrentaron fallas en sus calendarios de lanzamientos para los próximos años, mientras que muchos actores se vieron forzados a buscar otros empleos para pagar las cuentas, e incluso abandonar la profesión.
"Acuerdo justo"
SAG-AFTRA representa a unos 160,000 artistas. Aunque la élite de Hollywood gana millones, muchos actores menos conocidos afirman que es imposible llegar a fin de mes en la medida en que la compensación económica no acompaña la inflación y los cambios en la industria.
Los estudios, que ya habían atrasado el lanzamiento de grandes producciones como "Dune: Part Two" y la nueva entrega de "Mission: Impossible", están preocupados con arrancar la producción de la nueva temporada de programas como "Stranger Things" a tiempo para el año próximo.
Cuando SAG-AFTRA se declaró en huelga a mediados de julio, los guionistas de Hollywood también estaban en paro, pero resolvieron su conflicto contractual y pusieron fin a una paralización de casi 150 días.
Una doble huelga no se veía en Hollywood desde 1960, cuando el actor (y entonces futuro presidente) estadounidense Ronald Reagan lideró las acciones de protesta.
Analistas estiman que Hollywood suma pérdidas por el orden de los 6.500 millones de dólares con la paralización, en su mayoría debido a salarios perdidos.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, celebró el "acuerdo justo" y dijo que las huelgas crearon "efectos dominó" en la ciudad.
"Ahora, debemos apoyarnos en la producción local para garantizar que nuestra industria del entretenimiento resurja más fuerte que nunca y nuestra economía pueda volver a ponerse en pie", declaró en un comunicado.
IA y bonos
Para resolver el conflicto de los actores, ambas partes llegaron a un acuerdo sobre el salario mínimo, con un aumento de alrededor del 8% respecto al contrato anterior.
Es menos de lo que los actores querían originalmente, pero más de lo que obtuvieron los guionistas, y el mayor aumento en décadas.
También se acordó una estructura de bonos por protagonizar series o películas de éxito, una demanda relacionada con el crecimiento de las plataformas de streaming, que suelen encargar menos episodios por serie y que pagan unos "residuales" mínimos sin importar el número de veces que un programa es visto.
La inteligencia artificial (IA) fue uno de los principales puntos de fricción en la recta final de las negociaciones que a veces no seguían el ritmo de los rápidos avances tecnológicos.
Los actores temen que la IA pueda utilizarse para clonar sus voces e imágenes, y querían normas más estrictas sobre la compensación y el consentimiento que los estudios tendrían que obtener de lo que las empresas estaban dispuestas a dar.
Un último detalle acordado esta semana se refiere a la "propiedad" de los estudios sobre las imágenes de estrellas famosas después de su muerte.