Con la aprobación "unánime" de este dosier único por el Consejo de la FIFA, la ruta parece despejada para este formato intercontinental inédito, prometiendo un montaje político y logístico complejo y con numerosas cuestiones en torno al impacto medioambiental de los grandes eventos deportivos.
El anuncio de este miércoles pone fin a la rivalidad anunciada entre los dos favoritos, una candidatura conjunta de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, y una opción europea sustentada por España y Portugal.
Ucrania, entre las candidatas
Hace un año, con el apoyo de la UEFA, los dos países integraron a Ucrania en su candidatura, asegurando querer lanzar "un mensaje de solidaridad y de esperanza" y rendir homenaje a "la tenacidad y la resiliencia" de un país ocupado por el ejército ruso desde febrero de 2022.
Sin embargo, este acoplamiento de un marcado carácter político no fue concretado más adelante, y Marruecos, cinco veces candidato no elegido para albergar el torneo, entró en el baile a mediados de marzo, sin que fuese precisado entonces lo que sucedería con Ucrania.
El acuerdo entre la UEFA y sus homólogas africana (CAF) y sudamericana (CONMEBOL) ratifica al mismo tiempo la retirada de Ucrania y la del proyecto inicial Argentina-Chile-Uruguay-Paraguay, a cambio de una concesión simbólica importante.