Hace casi 9 meses desde que concluyó el Mundial de Qatar 2022, un torneo que dejó a Argentina celebrando su tercer título tras vencer a Francia en la final. Sin embargo, hay un hincha argentino que ha mantenido viva la celebración de esta victoria de una manera inusual.
Argentino festeja todos los días el campeonato del mundo
Guillermo, residente de Villa Domínico en Avellaneda, ha decidido dedicar una parte significativa de su vida a los festejos del campeonato mundial en Medio Oriente. Cada día, durante una hora completa, Guillermo ondea su bandera albiceleste en las calles de su vecindario para conmemorar el triunfo de Argentina.
No importa frío, calor o lluvia: Gustavo es de Villa Dominico y todos los días, de 20:00 a 21:00, sale a festejar el título de la Scaloneta 🇦🇷
— Diario Olé (@DiarioOle) September 12, 2023
Su objetivo es "recordarle a la Argentina que somos campeones del mundo" y planea seguir hasta la Copa del Mundo 2026
"Cuando me fui de… pic.twitter.com/Z6FhcSarR1
En una conversación con el diario Olé, Guillermo compartió cómo comenzó esta peculiar tradición y cuál es su motivación detrás de ella. "Cuando perdimos contra Arabia, estaba muy eufórico. No sabía qué hacer y tenía que enfocar en algún lado esa fuerza. Entonces agarré mi bandera, la ataqué a un palo de escoba con una cinta en cada punta y salí a la calle a sacar toda esa energía que tenía. Era el único en la calle y todos me miraban como bicho raro", relató el apasionado hincha.
Incluso durante sus vacaciones, Guillermo no ha dejado de celebrar. Llevó su bandera a Santa Teresita y la ondeó en la playa. "Siempre supe lo que quería transmitir", aseguró. Guillermo ha mantenido esta celebración ininterrumpida durante 294 días y sigue adelante con determinación, hasta el día de la entrevista.
Un Mundial no se consigue todos los días
Su objetivo es claro: recordarle a Argentina que son campeones del mundo y compartir la pasión de los argentinos con el resto del mundo. "Un Mundial no se consigue todos los días", afirma Guillermo. En momentos de adversidad climática, como lluvia, frío o viento, no se detiene. Para él, este sacrificio es una manera de disfrutar y recordar el esfuerzo que se requirió para ganar la copa. "Hay que luchar y sacrificarse para conseguir algo", concluye Guillermo.