Alcaraz, el número uno más joven del tenis, ya se había llevado el Abierto de Estados Unidos de 2022 y ahora suma su segunda copa de Grand Slam en apenas su tercera participación en Londres, y lo hace en una superficie, la hierba, que hasta hace poco le era poco familiar.
A lo largo del partido, el español mostró una mejora constante en su juego, llevándolo de menos a más, mientras que el serbio de 36 años, el hombre con más títulos de Grand Slam en la historia del tenis, terminó desquiciado, llegando incluso a destrozar una raqueta contra el poste de la red en un momento de frustración.
El momento de tener miedo, hay que ir a por ello
Para Alcaraz, esta fue su primera final de Wimbledon, mientras que para Djokovic, fue su novena aparición en la final de este prestigioso torneo, no habiendo perdido en la pista central desde su derrota en 2013 ante Andy Murray.
Además, el serbio buscaba cumplir su sueño de ganar los cuatro Grand Slams en el mismo año, después de haberse coronado en el Abierto de Australia y Roland Garros. Sin embargo, después de haber perdido ante Alcaraz en las semifinales de Roland Garros debido a los nervios en junio, el español afirmó que esta final no era "el momento de tener miedo, hay que ir a por ello".
(Con información de AFP)