Antes, en un comunicado, la RFEF animó a la Comisión Antiviolencia y al Comité de Competición (los órganos con competencias sancionadoras) a decretar "cierres de gradas cada vez que esto suceda y de estadios cuando sea por reincidencia".
Rubiales también pidió a los clubes que "si hay sanción, que el propio club tiene que asumir, que no lo dilate" para ayudar a combatir el problema.
Tras estas declaraciones, el Real Madrid respondió a través de un comunicado para acusar a la RFEF de "no haber tomado ninguna medida (...) pese a las evidentes y reiteradas señales de alarma que desde nuestro club hemos venido denunciando" e instó a la instancia a actuar "con contundencia y de manera inmediata (...) para combatir estas lacras que son el racismo, la xenofobia y el odio".
El domingo, Vinicius, a menudo criticado por encararse con aficionados y jugadores rivales, se quejó de haber sido llamado "mono" en la derrota 1-0 contra el Valencia.
Gritos de "mono"
"No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición piensa que es normal, lo mismo la Federación y los rivales lo alientan", afirmó el jugador brasileño en sus redes sociales.
Expulsado tras un altercado con un rival, que en cambio no vio la roja, Vinicius añadió que "el premio que ganan los racistas es mi expulsión" y pidió "acción y castigo".
Sus palabras provocaron la reacción del presidente de LaLiga, Javier Tebas, criticando el ataque del jugador al campeonato español.
"Antes de insultar e injuriar a LaLiga, es necesario que te informes adecuadamente", escribió Tebas en sus redes sociales, aludiendo al reparto de competencias a la hora de poder sancionar.
El domingo, el campeonato español se comprometió a investigar lo sucedido y "a tomar las acciones legales oportunas".
Denuncias
En el mismo comunicado, LaLiga recordaba haber presentado nueve denuncias por insultos al jugador en las dos últimas temporadas.
La Comisión Antiviolencia, órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), señaló este lunes que ya está "llevando a cabo las tareas de análisis de las imágenes disponibles para lograr la identificación de los autores" de los insultos y "proponer las correspondientes sanciones".
El 28 de febrero, esta Comisión multó con 4.000 euros (4.256 dólares) y prohibición de entrada a estadios durante un año a un aficionado del Mallorca que había insultado al brasileño.
También el Valladolid suspendió a una decena de sus abonados por los insultos a Vinicius en el partido del 30 de diciembre pasado contra el Real Madrid.
El equipo valencianista afirmó este lunes que "expulsará del estadio de por vida a los aficionados que profirieron gestos racistas" contra Vinicius.
Además, la Fiscalía de Valencia abrió este lunes una investigación por un presunto delito de odio por lo ocurrido.
El equipo merengue se personará como acusación particular, si las investigaciones del ministerio público acaban ante un juez.
'Tolerancia cero con el racismo'
Tras recibir el domingo el apoyo de su técnico, Carlo Ancelotti y de sus compañeros, Vinicius se reunió este lunes con el presidente del Real, Florentino Pérez.
Pérez ha querido "mostrarle su apoyo y su cariño" y "confirmarle que el club llegará hasta las últimas consecuencias ante una situación tan repugnante de odio", informó el club merengue.
"Es muy desagradable, no veo que pase en otros deportes. Hay que decir basta ya, parar el partido y nos vamos para casa" cuando ocurran estas cosas, afirmó, por su parte, el técnico del Barcelona, Xavi Hernández, este lunes.
"Tolerancia cero con el racismo en el fútbol. El deporte se fundamenta en los valores de la tolerancia y el respeto. El odio y la xenofobia no deben tener cabida en nuestro fútbol ni en nuestra sociedad", afirmó el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, en sus redes sociales.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, afirmó desde Japón que es "injusto" que Vinicius "sea insultado en cada estadio en el que juega".