La zona del Obelisco, en la avenida 9 de julio, tradicional lugar de celebración futbolística, se vio desbordada por millones de personas, lo que empujó a muchos aficionados a desplazarse hacia la cercana Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia.
"Los Campeones del Mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración", anunció Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia, en su cuenta Twitter.
Casi cinco millones de personas en la calle, una multitud imposible de dimensionar, manejándose con amor y serenidad como sabe hacerlo un pueblo feliz convocado a una ceremonia colectiva. pic.twitter.com/PjrQkp9rDS
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) December 20, 2022
Apenas se supo que venían en helicóptero, miles de personas que esperaban en el centro de Buenos Aires corrieron hacia la Plaza de Mayo pensando que aterrizarían allí para asomarse desde el balcón de la Casa Rosada, sede de la presidencia, como hicieron en el pasado los campeones de México 1986 y de Argentina 1978.
Pero el recorrido finalmente fue solo aéreo. Al final de la tarde, Messi y Ángel Di María volaron en un avión privado a Rosario, su ciudad de origen, junto con Paulo Dybala.
Messi y Di María tomaron luego un helicóptero para ir al barrio privado en el cual tienen casa, a las afueras de Rosario. Dybala siguió viaje hacia Córdoba, su ciudad natal, constató un fotógrafo de AFP.
Aunque la gente mostró una cierta decepción de que los jugadores no entrasen a Buenos Aires, igualmente continuó celebrando el triunfo.

"Me hubiera gustado que terminara de otra forma. Se subestimó lo que podía pasar", lamentó Román García, empleado administrativo de 38 años.
Por unos días, el país olvidó los pesares económicos. "Estoy muy contenta. Es muy importante para nuestro país. La victoria de Argentina nos hace sentir bien", dijo a la AFP Marta Acosta, de 35 años.
"Llevamos ya varios años de mucha crisis económica, esto es un aire y un empuje también. Ver a Argentina ganar un Mundial siendo yo tan joven es una bendición", dijo a la AFP Lautaro Rodríguez, de 21 años.