Lo que suena a ciencia ficción es una realidad que cobra cada vez mayor fuerza en países como Japón, India y Estados Unidos, donde las juventudes tienden a devorar los distintos contenidos protagonizados por estas figuras en canales como YouTube, donde han encontrado el auge bajo la etiqueta de VTubers. Si bien su éxito ha sido la base de una potencial industria, las razones detrás de su existencia son más complejas de lo que muchos podrían imaginar.
Rostros reales y virtuales
Casi siempre se habla de Gorillaz como el gran pionero, pero lo cierto es que la tendencia de las VStars comenzó mucho antes de que el internet dominara al mundo. Concretamente en 1958 con Ross Bagdasarian acelerando su voz para abrir paso a una de las bandas musicales más queridas de todos los tiempos: Alvin and the Chipmunks. Las primeras presentaciones del grupo no pudieron darse sino hasta los 80, lo que poco importó ante sus altas ventas. ¿La razón? Ningún adulto pensaba que realmente escuchaba ardillas cantoras, simplemente se dejaba llevar por la magia de la idea y la diferenciación del concepto.
No pasó mucho tiempo para que la fórmula fuera replicada por The Archies, Josie and the Pussycats y muchas otras producciones animadas. Tampoco nos olvidemos de The Muppet Show que lo hizo con el uso de sus icónicas marionetas. Con el tiempo cayó en desuso, pero sin irse del todo como demostraron Jem en los 80 y el retorno de The Chipmunks en los 90.
Es aquí cuando entra Gorillaz, con un giro decisivo a inicios de los 2000 que implicó personajes maduros, que habitan en un universo propio y que eran creados mediante una gran variedad de técnicas que garantizaban una continua evolución para un mundo que avanzaba cada vez más rápido. Sus motivaciones también eran distintas, pues la idea nació del deseo de dar más sustancia a un entretenimiento que lucía cada vez más banal. Fueron seguidos de nombres como Dethlok, Crazy Frog Gummibär, Studio Killers, K/DA y Hololive por nombrar algunos.
Y entonces llegó la democratización del internet con redes sociales que daban voz a todos. Fue aquí cuando todo se disparó, con apariciones que comenzaron en YouTube y hoy se extienden por distintos territorios, siendo Twitch uno de los más populares. Las razones detrás de estos avatares son incontables: hay quieres recurren a ellos en busca de diferenciación en un mercado cada vez más saturado o ansiosos por exaltar su creatividad. También hay situaciones más personales, como la timidez de los usuarios ante las cámaras o el deseo de algunos por compartir sus gustos e inquietudes sin perder su privacidad.