#GameChangers Sergio “Checo” Pérez

Sergio “Checo” Pérez sabe muy bien dónde está parado. Lo ansía desde hace mucho tiempo, ha recorrido cada escalón para obtener un lugar en una de las mejores escuderías posibles y, con el objetivo ahora fijado en pelear por el campeonato de la Fórmula 1, la paciencia y el trabajo duro siguen siendo sus mejores armas.

Pero no, no todo es pisar el acelerador y cazar un rebase por dentro o por fuera. Hay más carreras en marcha, incluso algunas más importantes. Su vida y trayectoria deportiva están en ascenso, y todo lo que lo que ocurre a su alrededor robustece el argumento.

Recientemente, extendió su contrato con Red Bull hasta finales de 2024, es padre de tres niños junto a su esposa Carola, recibe el reconocimiento y el respeto del universo automotriz, pelea los primeros puestos en el campeonato del Mundo de Fórmula 1, tiene una organización (Fundación “Checo” Pérez) enfocada en el desarrollo integral de infancias vulnerables y, paulatinamente, se ha convertido en la pieza clave que Red Bull Racing necesitaba para regresar al camino del triunfo colectivo.

Desde el BMW Sauber F1 Team C-29 con el que debutó en 2010 sobre las pistas, pasando por las distintas versiones del Sahara Force India VJM que lo vieron consolidarse y hasta el reciente RB18 que conduce, Sergio Pérez se ha mantenido en la misma línea: disciplina deportiva y crecimiento personal.

La relación con su compañero Max Verstappen es otro ejemplo de la capacidad de Pérez. Pocos volantes se han adaptado al lugar, pero él no solo presume de una buena relación con el neerlandés, sino que al mismo tiempo ha elevado el nivel de competencia sin estropear la cohesión de equipo, cuestión por demás apreciada en su escudería.

Por primera vez en su carrera, se perfila como un elemento clave para las opciones de su equipo en el mundial de Constructores. Red Bull no obtiene dicho galardón desde 2013, año de inicio de la hegemonía de Mercedes-Benz, por lo que el mexicano podría ser la clave para que la constructora austriaca vuelva a ocupar el trono ocho temporadas después.

En su segundo año con Red Bull Racing ya ganó su tercera carrera, concretamente en el legendario trazado callejero de Mónaco, y también consiguió la primera pole-position en el Gran Premio de Arabia Saudita, además de mantenerse tras el parón veraniego en la tercera posición del campeonato de Pilotos.

Y así ha sumado más de una década peleando posiciones, corriendo en los trazados históricos que forjaron leyendas, con tropiezos y malas rachas, por supuesto, pero siempre con la responsabilidad de volver más acertado, con mejores ideas, para aprovechar la siguiente oportunidad disponible.

Todos estos elementos han alimentado el interés del público mexicano. El éxito de Checo impulsa la afición del país por la Fórmula 1. En 2021, el Gran Premio de México fue el segundo con más visitantes, con 371,000 espectadores, solo por detrás de los 400,000 registrados en la carrera de Austin, en Estados Unidos.

Deportivamente hablando, sobre los hombros de Sergio Pérez recaen las expectativas más altas en este 2022. Pocos nombres mexicanos se perfilan para disputar la corona de sus disciplinas. Más allá de lo que los peloteros mexicanos consigan en la temporada de MLB y la forma en la que Saúl “Canelo” Álvarez termine el año, la participación de Pérez en la Fórmula 1, con un posible subcampeonato y el título colectivo que ya ganó Red Bull, son el hito deportivo más importante que el público mexicano podría celebrar en el año.

¿Por qué lo elegimos?

Sergio Pérez llegó a Red Bull en 2021 y se convirtió en el game changer necesario. Gracias a su nivel competitivo y buena cohesión de grupo, mantiene cercanas las posibilidades del Campeonato Mundial de Constructores y es, sin duda, un factor de interés enorme para que el público mexicano siga acercándose a la Fórmula 1.