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Jurassic World: la franquicia nunca estuvo más lejos de la extinción

El mundo prehistórico regresa a la pantalla para una nueva entrega llega de nuevas aventuras y mucha nostalgia.
sáb 04 junio 2022 02:04 PM
jurassic-world
El mundo jurásico está pisando fuerte en la taquilla.

La vida se abre camino. La premisa básica de Jurassic Park no sólo aplica para los dinosaurios, sino para la propia franquicia. Pocas trilogías en la historia del cine tienen caídas tan estrepitosas en crítica y taquilla como las de las tres primeras entregas prehistóricas. La película que lo empezó todo ostenta un 92% en el agregador y una recaudación histórica de 1 mil 45.6 mdd que afianzan su condición de clásico imperecedero. No es el caso de El mundo perdido y Jurassic Park III, ambas reprobadas con 53% y 48%, y con ingresos respectivos de 618.6 mdd y 365.9 mdd. Números que invariablemente sugerían que la saga estaba condenada a la extinción.

Pero al final, los grandes especialistas en el tema hicieron que el regreso fuera posible. No nos referimos a los científicos de InGen, sino a la mente maestra de Colin Trevorrow, cuya pasión manifiesta por el filme original y por la obra de Steven Spielberg fueron determinantes en su elección como director de Jurassic World. Una cuarta parte muy peculiar que innovó en mostrar un parque completamente funcional hasta que todo se viene abajo como resultado de la ambición humana, pero que se mostró sumamente fiel a los sucesos vistos en 1993 y dicho sea de paso, profundamente nostálgico con infinidad de referencias.

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Su 71% del tomatómetro y sobre todo sus más de 1 mil 669.9 mdd a nivel global sellaron el éxito y dejaron muy en claro lo que el público quería: algo suficientemente nuevo como para emocionarse, pero impregnado de buenas dosis de añoranza para rememorar las sensaciones de la primera vez que atravesaron las gigantescas puertas de Jurassic Park. Hoy día, Jurassic World es vista como una de las primeras grandes exponentes de la recuela, término acuñado recientemente para referirse a todos aquellos remakes disfrazados de secuela.

Esta vez no hemos debido esperar 65 millones de años para el reencuentro prehistórico, sino apenas siete desde que iniciara la reinvención. Suficientes para que Colin Trevorrow regresara al frente de una renovada franquicia que se siente cada vez más suya y para una nueva aventura que promete llevarnos a donde nunca habíamos ido: un mundo colapsado por unos dinosaurios que finalmente se abrieron camino. Todo esto de la mano de Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), esta vez reforzados por la experiencia de los inolvidables Alan Grant (Sam Neill), Ellie Sattler (Laura Dern) e Ian Malcolm (Jeff Goldblum) en la que aspira a ser la aventura definitiva. Bienvenidos a Jurassic World: Dominio.

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Dominio jurásico

La primera trilogía de Jurassic Park limitó casi completamente a los dinosaurios a las islas costarricenses, siendo el mundo perdido la única excepción con su climax. Si bien Jurassic World siempre se ha mostrado profundamente respetuosa con este legado, ahora queda más claro que nunca que su intención nunca fue la misma, sino plasmar los peores miedos que Grant manifestara hace casi 30 años. “Dinosaurios y hombres, dos especies separadas por 65 millones de años de evolución, se ven juntos repentinamente. ¿Cómo podemos tener la más mínima idea de qué esperar?”

Jurassic World coqueteó de lleno con la idea. También lo hizo Reino caído aunque de un modo más intimista que no fue del agrado de todos. Ahora Dominio exhibe las consecuencias a fondo con una humanidad cuya forma de vida se ve continuamente trastornada por las apariciones de estos seres en campos, mares y ciudades. Una situación que ha roto todo equilibrio natural y que marca el inicio de una nueva era en la que el ser humano ha perdido su condición de especie dominante para convertirse en una presa más. La sombra de la extinción se vislumbra más cerca que nunca.

La crisis se complica todavía más con la creación de una nueva especie. ¡Sí, una más! El Giganotosaurus, un animal tan violento que el director no dudó en compararlo con el Joker. Para ser justos, esta vez no es culpa de InGen, sino de su eterna competidora Biosyn, cuyo nombre nunca había sido mencionado en la saga, pero sí en la novela original de Michael Crichton al ser acreditada como la compañía que soborna a Dennis Nedry para robar los embriones.

Es así como nuestro quinteto de héroes entra en escena, los únicos con el conocimiento y la experiencia suficientes para solucionarlo todo. O ser devorados en el intento…

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Domador prehistórico

“No soy Steven Spielberg”, aseguró tajante Trevorrow en entrevista con Empire cuando fue cuestionado sobre cómo convenció a unos escépticos Neill y Dern para retomar a sus respectivos paleontólogos. “Nunca lo seré Y realmente tuve que empezar desde cero para convencer a estas personas de que iba a ser capaz de guiarlos a través del regreso a estos personajes que significan tanto para ellos”.

Irónicamente, el propio actor confesó al mismo medio que Spielberg “es la persona a la que más me recuerda. Y no lo digo a la ligera, realmente no lo hago. Es inventivo, entusiasta, siempre enérgico”. La actriz coincidió al asegurar que “Colin estaba muy interesado en hacer que importara”.

Vaya que así ha sido. Pues luego de varios años en el limbo, Jurassic Park vuelve a sentirse como esa franquicia querida y necesaria que siempre estuvo destinada a ser, y no una más como la que se había convertido tras una primera trilogía que pasó de la grandeza inicial al anonimato. Una capaz de emocionarnos con la intensidad de su trama, pero también de invitarnos a pensar sobre la ambición humana, y claro, de estremecernos ante la simple idea de cómo sería cruzarse con un dinosaurio.

John Hammond decía en la película original que su mayor ambición era mostrar algo que no fuera una ilusión. Hoy más que nunca este sueño se ha cumplido con creces. Hoy el mundo entero es un dominio jurásico.

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