Seguidores del Real Madrid denunciaron haber sido víctimas de robos y agresiones en los alrededores del estadio luego del partido del sábado pasado.
Antes del juego, miles de seguidores del Liverpool con entradas tuvieron que esperar horas para poder ingresar al estadio, mientras la policía llegó a lanzar gases lacrimógenos en medio de escenas de caos.
"Entendemos que lo que tenía que haber sido una gran fiesta del fútbol para todos los aficionados que asistieron al partido derivó en unos sucesos desafortunados que han provocado una profunda indignación en todo el mundo", manifestó el Real Madrid en su comunicado.
"Como se ha podido ver con claridad en las reveladoras imágenes que han ofrecido los medios de comunicación, muchos de los aficionados fueron agredidos, acosados, atracados y robados con violencia. Unos hechos que tuvieron lugar también cuando circulaban en sus coches o autobuses temiendo por su integridad física", prosiguió el equipo merengue, ganador de la final.
"Nuestros seguidores y aficionados merecen una respuesta y que se depuren las responsabilidades pertinentes", subrayó el Real Madrid, al lamentar que "el fútbol ha transmitido al mundo una imagen muy alejada de los valores y objetivos que siempre debe perseguir".
El jueves, el ministro de Interior francés, Gerald Darmanin, defendió la actuación de la policía y responsabilizó a seguidores del Liverpool de causar los problemas.
El Liverpool, de su lado, pidió una investigación.
La UEFA comisionó un informe independiente sobre los hechos.