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Piqué Gate: las posibles consecuencias del nuevo escándalo futbolístico

Terremoto en la Real Federación Española de Fútbol.
sáb 30 abril 2022 10:52 AM
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El futbolista está en una controversia que sacudió al deporte español.

El futbol, deporte más popular en el mundo, se ha visto manchado en los últimos años por toda clase de escándalos extradeportivos de corrupción y amaño de partidos. Quizá por ello el llamado Piqué Gate, protagonizado por el futbolista Gerard Piqué y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, no ha dejado de levantar sospechas cuando en realidad todavía no hay nada que demuestre una culpabilidad manifiesta. Consecuencias de un balón que ha perdido toda nuestra confianza.

La crisis comenzó apenas el pasado martes 19 de abril, cuando el diario español El Confidencial develó un audio en el que se escucha a Luis Rubiales acordando una comisión multimillonaria con Gerard Piqué por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudita. Una jugada que tendría un costo de 40 millones de euros por edición que, con las seis pactadas, dejaba un total de 240 millones, de los que el futbolista azulgrana cobraría 24 millones a través de su empresa Kosmos. Todo esto además con una importante variante, pues la RFEF percibiría de 5 millones menos con cada edición que no implica al Real Madrid o al Barcelona, es decir, 10 millones si los dos equipos estaban ausentes.

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Como si el tener un futbolista en activo haciendo un pacto económico de esta magnitud con la máxima autoridad del futbol español no fuera suficientemente controvertido, los audios también revelan que el reparto de las ganancias no sería equitativo para los distintos clubes. “se paga ocho al Madrid y ocho al Barça... a los otros se les paga dos y uno... son 19, y os quedáis la Federación seis kilos, tío”, explica Piqué a Rubiales. “Antes de no quedaros nada, os quedáis seis kilos. Y apretamos a Arabia Saudí y a lo mejor le sacamos... Le decimos que si no, el Madrid no va... y le sacamos un palo más o dos palos más... Pero es que antes de hacerlo en España, que no vais a ganar ni tres, o sea... Es para pensárselo, si es un tema de dinero”.

Las partes implicadas no tardaron en manifestarse en respectivas ruedas de prensa, el ejecutivo de manera presencial y el deportista vía Twitch. El primero se mostró molesto por el robo de datos, el segundo reiteró hasta el cansancio que todo lo pactado fue legal al ser Kosmos una agencia como cualquier otra que cobra comisión por el servicio prestado.

Se paga ocho al Madrid y ocho al Barça... a los otros se les paga dos y uno... son 19, y os quedáis la Federación seis kilos, tío

Tal vez sea cierto, pero como bien le recriminara el periodista Alexis Martín-Tamayo, mejor conocido por su pseudónimo de Mr. Chip, “el problema es cuando en un partido tuyo te perdonen una roja. Es tan fácil como que puedes hacer cualquier cosa salvo una en la que haya un conflicto de intereses, como trabajar con el presidente de la Federación Española, que dirige competiciones en las que tú participas y participan tus equipos […]. Tienes mil cosas más para hacer con tun empresa, como la organización de la Copa Davis, que es una maravilla… De los millones de negocios que hay en el mundo, puedes escoger cualquiera, menos ese”.

El futbolista no tardó en aseverar que nunca aprovecharía los negocios de Kosmos para pedir favores. Grave error, pues desde entonces se han filtrado más audios con claras peticiones del futbolista al presidente de la federación. Algunas evidentes como en la que Gerard Piqué le pide ayuda a Luis Rubiales para ser convocado a los Juegos Olímpicos de Tokio tras decirle que “ésta me la tienes que hacer, eh Rubi, me la tienes que conseguir, hostia. Me hace una ilusión que te cagas jugar los Juegos Olímpicos”. Esto, exigiendo además máxima discreción “para que tampoco salga en ningún sitio ni nada. Creo que esto hay que mantenerlo hasta el final muy en secreto”. Otras han sido más sutiles, como en la que el futbolista se queja abiertamente de las decisiones del VAR contra el Barcelona en el partido previo al clásico 2019-2020: “Jodidos, hoy la han liado”. Sólo cuatro días después, el Real Madrid reclamó abiertamente dos penales a favor que no fueron señalados y en los que no intervino el VAR.

Y para colmo de males, los audios también han demostrado una total falta de camaradería por parte de Gerard Piqué, concretamente contra Sergio Ramos. Esto al reenviar un audio a Luis Rubiales en que el excapitán del Real Madrid asegura que no apoyará el movimiento que busca retirar a David Aganzo de la presidencia de la Asociación de Futbolistas Españoles al considerarlo una jugada orquestada por el ejecutivo de la RFEF para hacerse con más poder. “Yo creo que esto no es un tema nuestro, es un tema... ¿Nosotros pidiendo la dimisión de un presidente de AFE que realmente el que lo está moviendo es Rubiales? No sé, yo creo que nosotros aquí es un tema suyo para que lo resuelvan entre ellos".

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Las consecuencias

Tanto Luis Rubiales como Gerard Piqué han insistido hasta el cansancio que no han cometido ninguna ilegalidad. Por su parte, los abogados entrevistados al respecto por distintos medios españoles reiteran que no pueden confirmarlo sin ver el contrato. Aun así, son muchos los que claman que en principio no se aprecia nada fuera de la ley al tratarse de un documento en que un titular y un tercero pactan sobre los derechos de una competición deportiva.

El problema radica principalmente en que las negociaciones atentan directamente contra el Código de ética de la FIFA, que en su Sección 5 centrada en Normas de conducta manifiesta que “las personas sujetas a este código no podrán ejercer sus funciones (en particular, preparar y participar en la toma de decisiones) en situaciones en las que haya un conflicto de intereses, sea este real o posible, que pueda afectar a su actuación”.

Tal es el caso de Gerard Piqué y Luis Rubiales, ya que el primero es jugador en activo de una competición en la que el segundo funge como el jefe de los árbitros. A esto sumemos una serie de variables en las que la RFEF percibe mayores ingresos si algunos equipos, entre los que figura el Barcelona en donde labora el jugador en cuestión, llegan a las instancias finales de la competición.

La FIFA es clara al señalar que “el incumplimiento de este artículo será sancionado con la correspondiente multa, cuyo importe mínimo será de 10 000 CHF, así como con la prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol durante un periodo máximo de dos años. En los casos más graves o en los casos de reincidencia, podría decretarse la prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol durante un periodo máximo de cinco años”. Sobra decir que esta sanción podría aumentar en caso de demostrarse alguna irregularidad como podrían ser amaños de partidos.

De momento, el presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe), Miguel Ángel Galán, ha acudido a la Fiscalía Anticorrupción para denunciar a Rubiales y Piqué por presunta “corrupción entre particulares, prevaricación, cohecho y administración desleal”. Por su parte, sólo es cuestión de tiempo para que la FIFA inicie una investigación oficial que será seguida de cerca por muchos al implicar una de las federaciones más importantes de todo el mundo y por los deseos de la asociación por limpiar al deporte después de varios años de irregularidades. Tanto Piqué como Rubiales han insistido en que no renunciarán, pero el hecho de que algunos de los responsables de cumplimiento normativo de este último dimitieran en bloque tras la primera Supercopa celebrada en Arabia Saudita en 2020 es un hecho importante que juega en contra de ambos.

El futbol vuelve a estar en la mira de todos, no por su espectacularidad ni la exaltación de sus valores más primarios, sino por la otra cara. La de los intereses y las dudas. A todos los que amamos este deporte, sólo queda esperar que el Piqué Gate marque un punto de partida hacia un balón verdaderamente limpio.

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