El anuncio tomó por sorpresa, ya que la cuestión de la duración del contrato no parecía una prioridad, pues duraba hasta 2024. Otros asuntos parecían más urgentes, como los contratos de estrellas como Mohamed Salah y Sadio Mané, que duran hasta 2023.
Klopp había manifestado además en varias ocasiones su voluntad de continuar. Incluso había señalado que tras su etapa en el Liverpool piensa tomarse un largo tiempo de descanso, lo que enfrió la posibilidad de verle próximamente como seleccionador de Alemania.
"Algunos estarán contentos, a otros no les gustará tanto. Si no os gusta, mejor que miréis hacia otro lado desde ahora", bromeó Klopp, que apuntó que uno de los motivos para seguir en Liverpool era que su esposa Ulla "quiere quedarse".
"¿Y qué hace un buen marido cuando su esposa quiere quedarse?", se preguntó.
"Sabéis que amo a nuestro club y es el mejor lugar en el que estar", añadió, ya con tono más serio, un día después de la victoria 2-0 sobre el Villarreal en la Ida de las semifinales de la Champions League.
"Estoy muy, muy feliz. Hace seis años y medio que FSG (el propietario estadounidense del Liverpool) consideró que era una buena idea hacer venir a un alemán (...) Es un tiempo largo para el fútbol", subrayó.