Medidas populares
Como cada año, los debates en torno al Oscar 2022 comenzaron desde las nominaciones. No nos referimos a los actores y actrices como Jodie Comer, Jared Leto o Lady Gaga que fueron excluidos de sus respectivas ternas, ni siquiera a un director como Denis Villeneuve que no fue considerado aun cuando su cinta compite por diez estatuillas. Nos referimos a un caso más dramático como el de Spider-Man: Sin camino a casa.
Podríamos dedicar incontables artículos y análisis a tratar de definir si la cinta posee nivel de Oscar. Lo que sí tiene es popularidad, resultado de su capacidad para juntar tres generaciones arácnidas en un mismo proyecto y palpable en sus más de 1 mil 800 mdd que la convirtieron en la película más taquillera del año. Más importante aún, en una auténtica bocanada para una industria que ha batallado duramente desde la pandemia. Eran muchos lo que pensaban que esto le valdría una nominación, aun cuando fuera de carácter simbólico, a Mejor película, pero la Academia respondió con un rotundo no. Se sumó así a otras exclusiones históricas del cine contemporáneo como Star Wars: La venganza de los Sith (2005) y El despertar de la Fuerza (2015), Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 (2011) y Avengers: Endgame (2011).
Conscientes de que el malestar generalizado podía tornarse contraproducente en un punto crítico, recordamos, por los bajos niveles de audiencia, los organizadores decidieron enmendar su error con un reconocimiento a la cinta favorita del público. A diferencia del Oscar popular contemplado hace unos años en el que los mismos votantes elegían al ganador, se decantaron por el llamado Oscars Fan Favorite en el que el propio público vota por su cinta favorita, ya fuera en la página oficial del evento o en redes sociales.
Lo que nadie imaginó fueron los imprevistos que esto implicaría y evidenciados en el top ten de títulos más votados: como la dura presencia de Army of the Dead luego de que La liga de la justicia de Zack Snyder fuera declarada inelegible por ser un corto distinto de una película previamente estrenada o que Minamata se colara con apenas 1 mil 600 mdd de taquilla global gracias a los fans de Johnny Depp que alzan la voz en defensa del actor, ni qué decir de Cinderella que se ha convertido en el caballo negro de la terna gracias a la popularidad de Camila Cabello. Al final, no desechemos que Spidey se quede sin el premio que fuera concebido para él.