Una ceremonia más corta… pero no tanto
Si de popularidad se trata, el otro gran dolor de cabeza para la Academia es la ausencia de We Don’t Talk About Bruno en la terna de Mejor canción. El tema de Encanto enamoró al público e hizo historia al alcanzar la primera posición del Billboard Hot 100, convirtiéndose así en la segunda canción de una película animada Disney en lograrlo tras A Whole New World de Aladdin (1992). Muchos se sorprendieron cuando no fue nominada, pero lo cierto es que la responsabilidad fue del estudio que se decantó por Dos Oruguitas para representar su producción. La solución no fue tan complicada: añadir un número adicional que además marcaría la primera presentación en vivo del tema.
Esto habría sido un acierto de no ser porque sólo unas semanas antes los organizadores anunciaron que ocho categorías no serían entregadas en vivo, sino antes de iniciar las transmisiones con el fin de hacer una ceremonia más corta y dinámica. Así lo consideró el presidente de la Academia, David Rubin, tras asegurar que la exclusión daría más tiempo para “comedia, números musicales, fragmentos de películas y tributos”.
Las ternas sacrificadas son Edición, Sonido, Música original, Diseño de producción, Maquillaje y peinado, Cortometraje animado, Cortometraje live-action y Cortometraje documental. Un fallo que generó descontento entre el público, pero también entre las élites hollywoodenses que no han dudado en manifestarse.
Tal fue el caso de Guillermo del Toro quien recordó que “hacemos juntos [las películas] y la gente que las hizo con nosotros lo hizo arriesgándolo todo en una pandemia […]. Este no es el año para no escuchar sus nombres en vivo en los Oscar. Éste es el año para cantarlos y cantarlos fuerte”. O Steven Spielberg quien rememoró que “sin John Williams, Tiburón usaría dentaduras postizas. Con West Side Story, cuando Tony está cantando “Tonight” con María, sin [el diseñador de producción] Adam Stockhausen, él estaría […] en un estudio de sonido vacío. Sin la edición, todas mis películas seguirían en los diarios. Todos nos unimos para hacer magia”. Finalmente, Jessica Chastain, quien anunció que no pasará por la alfombra roja para apoyar a su equipo de maquillaje y peinado en un teatro a medio llenar. Se piensa que la decisión de esta última podría generar una oleada de casos similares.
No entiendo por qué a la gente del cine le preocupa tanto si a otras personas les importan los premios que nos damos entre nosotros mismos
Rachel Zegler, protagonista de West Side Story, no podrá unirse a la protesta ya que ni siquiera fue invitada. Esto, hay que decirlo, no fue decisión de la Academia sino que Walt Disney, ya que la organización entrega entradas a los estudios para que los distribuyan como mejor consideren. Esto, sin embargo, es un hecho desconocido por buena parte del público que ha señalado al evento de racista y discriminatorio por excluir a una actriz de origen latino.
Hace apenas unos días que Seth Rogen, quien dicho sea de paso nunca ha sido considerado por La Academia, fue cuestionado sobre el distanciamiento actual entre el Oscar y el público. “No entiendo por qué a la gente del cine le preocupa tanto si a otras personas les importan los premios que nos damos entre nosotros mismos”, declaró. “Tal vez a la gente simplemente no le importa. No me importa quién gane los premios de automóviles. Ninguna otra industria espera que todos se preocupen por los premios que se otorgan entre ellos mismos”. Palabras controvertidas al tratarse del reconocimiento más popular de una industria que desata tantas pasiones como es el cine, pero que no están exentas de razón al ser un certamen que parece tornarse cada vez más selecto. La única certeza es que si los vínculos no se recuperan dentro de poco, podrían alcanzar un punto de no retorno que termine para siempre con el Oscar como lo hemos conocido hasta ahora.