En la tribuna presidieron el arranque de los Juegos el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach.
El espectáculo inaugural, dividido en 15 segmentos que incluyó el desfile de las delegaciones nacionales y el encendido de la Llama Olímpica, fue dirigido por el reconocido cineasta chino Zhang Yimou, quien también llevó la batuta de las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos de Pekín 2008.
Una cuenta atrás de dos minutos y un espectáculo de fuegos artificiales iniciaron el acto, una alegoría del comienzo de la primavera tal y como marca el primer día del calendario lunar chino, que se celebró esta misma semana.
Antes del desfile de las delegaciones se izó la bandera china, que llegó hasta el mástil de manos de un pasillo humano formado por niños y adultos, que ataviados con trajes tradicionales, uniformes militares y profesionales deslizaron la enseña con la única melodía de fondo de la corneta entonada por un pequeño.
Entre otros mandatarios, estuvieron en el acto los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; Argentina, Alberto Fernández; Ecuador, Guillermo Lasso; y Egipto, Abadelfatah al Sisi.
También se presentaron el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en tanto España está representada por su ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Además de por la pandemia, estos Juegos están marcados por el boicot diplomático impulsado por Estados Unidos en respuesta a las supuestas vulneraciones de los derechos humanos en China -que su Gobierno niega- y al que se han sumado países como el Reino Unido, Australia o Canadá.
En total, 3 mil atletas tomarán parte en los XXIV Juegos Olímpicos de invierno, que contarán con 109 pruebas en 15 disciplinas diferentes distribuidas en tres sedes: la propia capital, Yanqing y Zhangjiakou, a 80 y 180 kilómetros de Pekín, respectivamente.