Cerca de un centenar de casos positivos en el seno de las plantillas y de los cuerpos técnicos de los clubes de élite fueron registrados la semana pasada, mientras el Reino Unido sufre un número récord de contagios de covid-19 (122 mil casos en 24 horas).
En total trece partidos han sido aplazados las últimas semanas, tres de ellos correspondientes a la jornada del Boxing Day (19ª fecha): Liverpool-Leeds, Wolverhampton-Watford y Burnley-Everton.
Calendario indigesto
¿Cómo ubicar los partidos atrasados en un calendario de por sí denso, con partidos todos los días hasta el 3 de enero con la excepción del 31 de diciembre?
El jueves se produjeron diferentes conversaciones por videoconferencia entre la Premier League, los entrenadores de los clubes y los jugadores.
Pero ante lo mucho en juego tanto a nivel deportivo como económico en torno al 'Boxing Day' no se decidió ninguna suspensión temporal del campeonato. No más que un regreso a las puertas cerradas o a los aforos limitados como es el caso en Gales o en Escocia.
"Hay un muro enfrente, uno puede hablar o pedir lo que quiera, pero todas las decisiones estaban ya tomadas", lamentó el técnico del Tottenham Antonio Conte, cuyo equipo, particularmente afectado por el covid, tiene tres partidos atrasados.
Junto a su homólogo del Liverpool Jürgen Klopp, ambos abogaron por la reducción a un partido de las semifinales a ida y vuelta de la Copa de Liga Chelsea-Tottenham y Arsenal-Liverpool previstas a comienzos de enero, como había sido el caso el año pasado a causa de la pandemia.
El entrenador del Manchester United Ralf Rangnick incluso reclamó una suspensión pura y simple de la competición. Su equipo, sexto en la Premier, ha sufrido varios aplazamientos y no juega desde el 11 de diciembre.
Ahora le espera una sucesión de partidos sin solución de continuidad, comenzando por su visita el lunes al Newcastle, penúltimo en la tabla.