El campeonato ya se vio obligado a aplazar diez partidos en las tres últimas fechas, seis de ellos el pasado fin de semana, mientras Reino Unido se enfrenta a un número récord de casos de covid-19, causados por la variante ómicron.
El lunes, su consejo de administración ya había examinado diversas peticiones de aplazamiento, pero en aquel momento optó por descartar esa posibilidad ante el riesgo de alterar la integridad de la competición.
Esta crisis se produce en un periodo crucial de la temporada en Inglaterra, tanto en el plano deportivo como en el económico, a la vista de la elevada asistencia de público prevista para las tres fechas programadas entre el 26 de diciembre y el 3 de enero.
El entrenador del Liverpool, Jurgen Klopp, y su homólogo del Tottenham, Antonio Conte, abogaron por una reducción a un partido las semifinales a ida y vuelta de la Copa de la Liga inglesa Liverpool-Arsenal y Tottenham-Chelsea, previstos a comienzos de enero, para así liberar el sobrecargado calendario.
El año pasado, las semifinales de la Copa de la Liga inglesa fueron reducidas a un solo partido debido a la pandemia.
Los 'Spurs', séptimos en la Premier League, cuentan con tres partidos de retraso ligados a las malas condiciones climáticas y a la pandemia de coronavirus en el seno del efectivo.
Esto contrasta con las declaraciones de la England Football League que aseguraba que no había razones para suspender los juegos en la isla, sin embargo, los contagios en las escuadras han forzado a tomar esta decisión en medio de un periodo complejo sanitario para la nación europea.