El Kaiser
rojiverde
Claro, hay varios futbolistas que a lo largo de su trayectoria vistieron las camisetas de León y Atlas, pero el único que se convirtió en referente de ambos, por consolidarse como líder y empujar desde el carácter y la pelota, el único que ahora es recordado como pilar de la Selección Nacional e ícono que influyó a toda una generación, se llama Rafael Márquez Álvarez.
En Atlas, Márquez se forjó desde pequeño. Ahí se convirtió en el central aguerrido que recordamos, con La Volpe como mentor. Rafa debutó con los Zorros en el Torneo Invierno 1996. Para 1999, el torneo del más reciente subcampeonato atlista, Márquez era inamovible en el esquema del bigotón y aquella temporada lo catapultó a Europa.
Después de tejer esa invaluable trayectoria en Mónaco, Barcelona, el Tri y, ganar la Champions y casi todo lo que jugó, pasó por la Major League Soccer estadounidense, y luego decidió regresar al balompié mexicano.
León le convenció y en diciembre del 2012 lo incorporaron como refuerzo, después de 13 años de jugar en otros países.
Dos años jugó en León, donde levantó el título del Apertura 2013 ante América, con el gafete de capitán en el antebrazo. Luego de 14 años tras perder aquella final con Atlas en el 99, Márquez se consagró campeón de México.
Para el siguiente torneo, León refrendó el campeonato, y una vez más, Márquez dejó con tinta dorada su nombre en los libros de historia deportiva.
Tras su paso por León, el Hellas Verona italiano le hizo volver a enrolarse en una aventura europea, y de agosto del 2014 hasta diciembre del 2015, Márquez jugó la Serie A.
Posterior a ese fugaz regreso a Europa, El Káiser regresó a su amado Atlas, el equipo que le abrió las puertas del profesionalismo. Márquez Álvarez se retiró al finalizar el 2018, después de jugar su quinto Mundial y disputar seis torneos con Atlas en su segunda etapa como rojinegro.
Ahora, con residencia en Europa y su carrera como Director Técnico en progreso, seguramente se desvelará para mirar cómo los dos equipos que defendió en México definen al campeón, con los deseos rojinegros en primer lugar, sí, pero un gran cariño por "la Fiera" del Bajío.