Christopher Nolan ya trabaja en su próxima película. La cinta se centrará en la figura de J. Robert Oppenheimer y su rol en la creación de la bomba atómica que puso fin a la II Guerra Mundial y que sentó las bases de la Guerra Fría. No hay elenco confirmado y sólo se sabe que Cillian Murphy (Exterminio) podría actuar en ella.
Nolan vs. Warner: puntos clave para entender el divorcio cinematográfico
Siempre es noticia cuando uno de los mejores directores de su tiempo anuncia su siguiente proyecto. Sin embargo, en esta ocasión el suceso ha sido opacado por la revelación de que el filme en cuestión no será hecho en colaboración con Warner, sino bajo el manto de Universal. ¿En qué radica la trascendencia?
Inicia el rompimiento
Seamos sinceros. Son pocos los que se preocupan por los contratos de directores y actores con los distintos estudios. Después de todo, los viejos acuerdos de exclusividad han quedado muy atrás y hoy en día todos los involucrados en la realización de una película pueden moverse libremente siempre que no tengan compromisos previos, claro está. Si el rompimiento de Christopher Nolan con Warner se ha tornado tan sonado es por el historial conjunto de ambas partes, por las condiciones en que se da y por lo que podría representar al interior de la industria.
De inicio, fueron 19 años trabajando juntos, una alianza inusualmente larga para el cine contemporáneo. Lo único más impresionante que su longevidad es su altísima calidad, en una lista que incluye Insomnia (2002), Batman inicia (2005), El caballero de la noche (2008), El origen (2010), El caballero de la noche asciende (2012), Dunkerque (2017) y Tenet (2020). Una baraja que fue acreedora de numerosos reconocimientos entre los que destacan diez Premios de la Academia y 16 nominaciones más, incluyendo cinco para el propio cineasta. Incluso El gran truco (2006) e Interestelar (2014), concebidas en colaboración con Buena Vista y Paramount respectivamente, contaron con distribución internacional de Warner.
La comunión era tal que sólo pudo ser quebrantada por un suceso de carácter global como fue la pandemia. Todos conocemos la premisa de esta historia: los confinamientos del mundo resultaron en el cierre de salas cinematográficas, la postergación de los principales estrenos y en muchísimas dudas para los estudios que temían por la pérdida de sus inversiones. Caso contrario al del streaming, con plataformas como Netflix y Disney Plus mostrando un aumento meteórico en su número de suscriptores. Esta combinación hizo que algunas majors voltearan cada vez más al online en busca de soluciones. Y en medio de todo esto Tenet, un proyecto de ensueño para Christopher Nolan quien nunca ha negado su afición por las películas de agentes secretos y cuya apertura en pantalla grande fuera defendido hasta el cansancio por el propio creativo.
Warner respetó estos deseos y la cinta pasó del 17 de julio al 26 de agosto. Mucho se especuló sobre cómo su estreno ayudaría a la recuperación de los cines, pero su recepción fue muy tibia. Fueron 363.7 mdd recuperados en taquilla que le colocaron sin problema en la quinta plaza del top ten de recaudación global y le convirtieron en el mejor estreno pandémico del año, pero que de poco sirvieron para convencer al público de regresar a las salas. Al final, la frialdad de los números selló un año catastrófico para la industria.
Ruptura definitiva
Si un titán como Christopher Nolan no podía capturar a las audiencias, ¿qué podían esperar los demás? Una pregunta que aquejó a todos los estudios incluido Warner, que ansioso por soluciones, anunció en diciembre que todas sus películas agendadas para 2021 serían estrenadas simultáneamente en HBO Max. La medida, que pretendía minimizar las afectaciones en taquilla con un impulso a la plataforma de WarnerMedia, no fue vista con buenos ojos por el cineasta que se posicionó como el mayor defensor de la experiencia cinematográfica.
“Algunos de los más grandes realizadores y las más importantes estrellas de nuestra industria se fueron a la cama pensando que estaban trabajando para el mejor estudio y despertaron para descubrir que lo hacían para el peor servicio de streaming”, declaró tajante en un comunicado . Unas horas después complementó asegurando que “es una decisión unilateral que tomó el estudio. Ni siquiera le dijeron a las personas involucradas […]. No está bien. Y no es una buena decisión de negocios. Todo es un poco caótico”, reportó AP .
El pasado conjunto entre ambas partes hacía pensar en una reconciliación que nunca llegó. Situación que fuera bien aprovechada por Universal…
¿Por qué Universal?
Christopher Nolan es un director sumamente talentoso, pero también increíblemente meticuloso, por lo que su búsqueda de un nuevo hogar fue una labor compleja. Disney y Paramount fueron descartados desde un inicio. Aunque las razones no fueron explicadas, se infiere que el primero por el énfasis que da a sus propiedades intelectuales, así como por la importancia concedida al streaming desde hace unos meses; el segundo por la falta de compromiso mostrada con Interestelar, que debía distribuir a nivel mundial de no ser porque vendió los derechos internacionales a Warner a un bajo costo y sin siquiera consultarle. Netflix deseaba ficharlo como ha hecho con otros grandes, pero la pasión del cineasta por las salas lo convirtió en una misión imposible.
Esto le llevó a entablar pláticas con Sony, MGM y Universal. El primero resultaba interesante por un modelo de trabajo más clásico que se muestra respetuoso con la ventana de distribución, es decir, el tiempo que debe pasar antes de que una película llegue a cualquier otro formato; el segundo por los derechos de su admirado James Bond. Si al final no se inclinó por ninguno fue por sus recientes acuerdos con distintos servicios de streaming.
No es el caso de Universal, que si bien ultima los detalles de su plataforma Peacock cuyo lanzamiento está programado para 2022, asegura que no habrá estrenos simultáneos y que sus últimas películas saltarán al online cuatro meses después de su apertura en salas. No menos importante fue su aceptación a las exigencias de Christopher Nolan: un presupuesto de 100 mdd para su próxima película, control creativo absoluto, el 20% de la recaudación del primer dólar, es decir, el derecho a llevarse el mencionado porcentaje de la recaudación en bruto desde el día del estreno y sin esperar a que el estudio comience a recibir beneficios.
A esto se suma su derecho al blackout que ya tenía con Warner y que consiste en un período de bloqueo a partir del cual el estudio no puede lanzar otra película tres semanas antes o tres semanas después de su filme. Finalmente una ventana de exhibición de al menos cien días antes de llegar a otros formatos y muy especialmente al streaming.
“Universal sólo dijo ‘sí,’” aseguró una fuente anónima a The Hollywood Reporter . Una decisión incomprensible para algunos ante las exigencias descritas, cuando realmente es una oportunidad única para aliarse con uno de los directores más cotizados de los últimos tiempos. La alianza también es benéfica para el creativo que ha encontrado un nuevo aliado en su lucha por la experiencia cinematográfica y con la confianza adicional de que un estreno tentativo para 2023 debería darle la razón.
El divorcio entre Nolan y Warner es el fin de una era, pero también es el inicio de otra. Un punto decisivo para el futuro de la industria en el que cine y streaming deberán encontrar el modo de coexistir en sus respectivos canales y sin que uno afecte al otro. La historia del entretenimiento dice que es posible y cuando así suceda no habrá mayor ganador que el público.