¿Qué fue lo que les gustó de esta serie y de sus personajes, para querer trabajar en ella?
Lucía Uribe: Todo. El guion, los personajes, el tono –que es dramático pero tiene tintes cómicos–, el hecho de que fuera el relato de una separación, un divorcio, con todos los claroscuros, el dolor, pero el mismo tiempo queriendo sacar adelante nuestra relación con nuestra hija. Diego, que es un director espectacular, Flavio Medina que es el compañero actor más maravilloso en este mundo, Isabella –que interpreta a nuestra hija–, que es la pequeña actriz más increíble del universo…
Flavio Medina: Lucía y yo, tengo que destacar que no nos conocíamos hasta el día del casting. Y el segundo en que nos dimos la mano y un beso de mucho gusto, tuvimos química absoluta, con toda sinceridad. Tener la oportunidad de trabajar con alguien con quien hay esta química, esta comunicación, esta admiración, es maravilloso. Es una historia muy importante, que retrata la realidad, esta forma actual de relacionarse con el otro, las relaciones de pareja, los conflictos, el divorcio, las relaciones que hay ahora entre padres, hijos, la inclusión, el machismo, el feminismo… todos los temas que aborda la serie son muy importantes para lo que estamos viviendo en el mundo. Estamos en una etapa de transformación importante en la sociedad y necesitamos ver este tipo de productos, que realmente nos retraten la realidad que estamos viviendo, para poder avanzar.
Mercedes Hernández: Me gustó mucho que el personaje de Idalia se aleja muchísimo de la mujer de servicio que pareciera que no existe en las casas. En este caso, Idalia vive con la familia, es parte de la problemática que tienen. Me siento muy honrada de que las producciones estén pensando de esa manera más inclusiva, pero sobre todo más real, porque eso es lo que realmente pasa en las casas. Las personas que trabajan son parte de nuestros hogares.
Pierre Louis: Subrayando lo que dijo Meche, a mí lo que me gustó de Fausto, mi personaje, es que generalmente cuando vemos a un tercero en discordia suelen ser personajes un poco lineales o dibujados de tal forma que su complejidad sólo radica en que sean malos por haberle quitado la pareja a alguien, y pocas veces podemos ver el porqué de este personaje y ver que tiene más tintes que sólo bajarle la pareja a alguien. Es una persona con un montón de sentimientos, cualidades, virtudes y defectos. El poder contar esto complejiza la historia y la hace mucho más interesante.
Pierre, justamente tu personaje tiene una humanidad poco común en el tratamiento de estos personajes. ¿Cómo lo trabajaste?
De entrada, teníamos un guion maravilloso, y desde ahí ya estaba sustentado el personaje, en el sentido de que son personajes muy humanos que se enamoran, viven, están en un constante subibaja y no se estancan en cierta emoción o cierta línea de pensamiento. Para mí fue sencillo por eso y por la dirección de Diego. Eso me hizo navegar más fácil.
Mercedes, ¿cómo trabajaste tu relación con Isabella? Se siente muy genuina.
MH:Probablemente tiene que ver con que yo tengo un hijo y también fui maestra. Tengo empatía con los niños. Pero también tengo que decir que Isabella es un caramelo, cualquiera amaría a Isabella; es un encanto. La coach que ella tuvo, Úrsula Prenda, también es mi amiga, y muchas veces todos nos poníamos a jugar con ella y nos llevábamos muy bien. Era muy divertido y fácilmente podíamos establecer un vínculo profundo. Además de que el primer trabajo que hizo Diego con nosotros fue juntarnos y ponernos a convivir. Le importaba que rápidamente hiciéramos una familia. Lo logro, que incluso nos extrañamos ahora.
¿Qué fue lo más retador de sus personajes? Aunque parezcan personajes que hemos visto mil veces, están lejos de serlo, pues son exageradamente realistas y adaptados a los temas relevantes como actor.
LU: Exacto, y eso es oro puro para los actores. Deseo profundamente tener este tipo de papeles siempre, en el sentido de la complejidad, de la humanidad. Son seres humanos complejos con aciertos, errores, dolores, tristezas y gozos, y me parece absolutamente vital que haya personajes así en las ficciones mexicanas, personajes con los que te puedas identificar más, que toquen temáticas del machismo pero desde el lugar donde los toca esta serie, que no es del “macho malo malo”. Me parece absolutamente genial que el personaje de Ruy sea como es, porque cuántos machos progres así no conocemos, y yo nunca los había visto retratados con esa complejidad. El machismo que ejerce Ruy es un machismo mucho más polémico porque es real. No es el macho violador, sino un macho cotidiano que es difícil de apuntalar, y que es vital que se hable de ellos.
PL: Para mí, el poder crear empatía fue el reto. Que el espectador me viera y no pensara: “Ash, este es odioso”. Quería quitar ese estereotipo. El personaje tiene la dualidad de ser una figura masculina que está ahí para Julia, pero al mismo tiempo tiene cuestiones no tan maleadas. Manejar estos opuestos fue interesantes.
MH: Para mí lo más retador fue tener una relación equilibrada con Ruy y Julia, porque Idalia, como una mujer empíricamente feminista, tenía que ser empática con Julia, pero de una manera con quien Idalia estaba en casa era con Ruy, pues él era el ama de casa. Me importaba que pudieran reflejarse los cariños hacia dos personas, porque Idalia los quiere mucho a los dos y lo ideal sería que ellos siguieran juntos, pero incluso tiene una línea que dice: “hay que entender cuando ya se terminó de acabar”.
¿Qué pensaron de la serie al verla por primera vez?
MH: A mí me emocionó muchísimo. Vi los primeros cinco capítulos de una sola tirada. Aunque tenía miedo y expectativa, me gustó y me emocionó mucho. Yo creo que al público le pasará lo mismo. Esta serie conecta con mucha gente.
PL: Algo hermoso es que cada vez que estoy en un proyecto trato de disfrutar el proceso más que pensar en el resultado. Creo que tanto este proceso fue maravilloso, como ver la serie y quedar encantado. Me movió mucho y estoy muy emocionado. Estoy seguro de que va a despertar al diálogo.
Este guión mueve muchísimas cosas sobre la condición humana y las relaciones. ¿Con qué reflexión quieren que se quede la gente?
FM: Son muchos temas y muchas reflexiones. Como espectador no puede haber una sola reflexión porque tiene que ver con lo que te impacta de la historia y con los personajes. Estamos en una época de transición, tratando de romper pensamientos arcaicos, el patriarcado, y la única manera para poder tener igualdad es respetar, ser responsables y tener conciencia.