Accedo a Zoom, del otro lado de la pantalla, Rommel Pacheco me saluda con la misma efusividad que siempre proyecta, pero esta vez ya no había un gimnasio de fondo y no se escuchaba el eco de las instalaciones de entrenamiento. Camisa formal planchada y un folder, el peinado intacto. “Ya ando en juntas de trabajo, el primero de septiembre empiezo en la nueva legislatura y aunque hoy es domingo estamos preparándonos”, dice el exclavadista y próximo a tomar protesta como diputado federal por el tercer distrito de Yucatán, por el Partido Acción Nacional (PAN).
Y es que uno como deportista a veces no sabe cómo decir adiós o cuando, tener planes y proyectos después del deporte
Ponerse en los zapatos de Rommel es imposible. Cómo prepararse físicamente para ir a unos Juegos Olímpicos, mentalmente para editar las páginas finales de tu primer libro, mantener tiempo y energía para procurar tu recién establecido matrimonio y, encima, preparar tu primera iniciativa de ley como diputado federal. ¿De qué está hecho este exatleta?
“Michael Phelps, uno de los atletas olímpicos que más medallas ganó, después del retiro entró en depresión y hasta pensó en suicidarse. Y es que uno como deportista a veces no sabe cómo decir adiós o cuando, tener planes y proyectos después del deporte”, dice Pacheco Marrufo al comenzar la conversación acerca de su transición, de la nueva vida que ahora lleva y que parece haber cambiado de la noche a la mañana, pero no lo es: “Mis papás siempre me inculcaron eso, prepararme porque el deporte algún día se iba a terminar. Estudié una licenciatura, estoy terminando una maestría, tengo un doctorado honoris causa, 11 años en el ejército, formo parte de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Mexicano, también de la Comisión de Atletas Panamericanos de Natación y tengo varios proyectos como emprendedor. Siempre vinculado a muchos proyectos sociales y demás. No es una casualidad”.
Ya ando en juntas de trabajo, el primero de septiembre empiezo en la nueva legislatura y aunque hoy es domingo estamos preparándonos
Admite que dejar de lado el profesionalismo deportivo lo tiene relajado, de una u otra manera, pero con esa energía siempre presente, la misma dedicación necesaria para clasificar a la máxima justa deportiva, pero ahora enfocada en sus nuevas responsabilidades: “Una parte de mi está relajada, ya sin esa presión como cuando tomas vacaciones, pero para mí ya son permanentes, por lo menos del deporte profesional, porque sí seguiré haciendo ejercicio, no quiero perder mis cuadritos para las redes sociales (ríe)”.
Claro que una parte de él sigue sintiendo que faltó la medalla olímpica para cerrar su carrera en las fosas de clavados, pero más allá de eso, esa última ovación recibida por los jueces, competidores y todos los presentes en la Alberca Olímpica de Tokio, le hacen sonreír. La magia que le transmitió ese momento le llenó el interior, le hizo entender que aunque las cosas no siempre son como las imaginaste, los resultados adversos no están llenos de negatividad: “Ganarse el respeto de la gente, de tu gremio, es sumamente difícil. Ese aplauso después de mi último clavado, con la ovación de los jueces, los medallistas, los campeones mundiales. Más allá de los éxitos conseguidos en toda mi carrera, ese momento no tiene precio”.
Si tú das todo, si entregas todo en cada entrenamiento y competencia, no hay nada que te puedas reclamar al final
Y al final de mis años como deportista aprendí a disfrutar el camino… Me voy pleno y feliz porque siempre di todo de mi. Gracias a toda la gente de México por tanto cariño 🙌🏻🇲🇽🙌🏻 #Tokyo2020 #juegosolimpicos pic.twitter.com/w1n2Ckkdke
— Rommel Pacheco (@Rommel_Pacheco) August 3, 2021