Es un hecho que la Euro es el torneo continental más importante: por el nivel de las selecciones participantes como por la calidad de los jugadores presentes. Todo esto ha provocado que su campeón suela ser considerado el rival a vencer para la siguiente Copa Mundial. Bajo esta premisa, ¿podemos decir que Italia es la gran favorita para Catar 2022?
¿Es Italia el rival a vencer de Catar 2022?
En el césped, la respuesta parecería un rotundo sí. Fue junto con Inglaterra la selección más regular, con cinco partidos ganados y sólo dos empatados –semifinal y final– que resolvió por la vía de los penales. Fue indudablemente la que mejor futbol mostró gracias a las habilidades de jugadores como Leonardo Spinazzola, Federico Chiesa, Lorenzo Insigne, Emerson Palmieri y Jorginho, destacando que este último se encuentra entre los grandes favoritos al Balón de Oro. Esto, hay que decirlo, sin sacrificar la eterna solidez defensiva con una durísima dupla central integrada por Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, y con un titánico Gianluigi Donnarumma en la portería y que se creció en los momentos de mayor presión. Todos ellos encabezados por un Robert Mancini que dijo ciao al eterno catenaccio con un futbol alegre y ofensivo
Es un hecho que esta Italia está para cosas grandes, pero no nos precipitemos al momento de proclamarla como la próxima campeona del mundo. De inicio, porque la estadística no juega a su favor. Desde que se instauró la Euro en 1960, sus campeones sólo han llegado a la final de la Copa Mundial en cuatro ocasiones, de las que sólo han salido avante en dos de ellas: Alemania en Alemania 1974 y España en Sudáfrica 2010. Es decir, sólo un 13.33% de las ocasiones.
A esto se suma la durísima competencia que enfrentará en el máximo torneo de selecciones, empezando por una Inglaterra sedienta de revancha, pero también deseosa de mejorar su cuarta posición en Rusia 2018. Ni qué decir de Francia, cuya caída prematura en octavos debería ser una importantísima lección de humildad de cara a futuro y que hará todo lo posible por defender la corona obtenida en la última justa mundialista. Mención aparte para Alemania que iniciará un necesario recambio generacional bajo las órdenes de Hansi Flick, responsable de un sextete histórico con el Bayern München.
Ni qué decir de aquellas selecciones europeas que intentarán dar el paso decisivo empezando por España, que tratará de aprovechar la experiencia ganada por sus jóvenes –muchos de los cuales continuarán su maduración en los Juegos Olímpicos de Tokio– para demostrar que la victoria en 2010 fue más que una hazaña obtenida por su generación dorada. Aunque si de generaciones doradas se trata, Bélgica tratará de aprovechar la suya para superar la tercera posición de Rusia 2018 y dar un golpe de autoridad que deje muy en claro que su primera posición en el ranking FIFA no ha sido una casualidad. Y claro, otros equipos de alto calibre que lucharán por dar la sorpresa como Países Bajos, Dinamarca e incluso Portugal en la que seguramente será la última oportunidad de Cristiano Ronaldo por hacerse con la máxima gloria futbolística.
Y esto es sólo en Europa. Las dificultades aumentan si consideramos la durísima competencia proveniente del otro lado del mundo.
Un Messi inspirado
Puede que la Copa América sea el torneo continental más añejo de todos, pero ni siquiera esto le ha hecho un referente para el Mundial, ya que su ganador nunca ha podido hacerse con la Copa del Mundo. Esto no significa para nada que Argentina deba ser descartada y menos aún si consideramos que es comandada por un Lionel Messi ansioso por aumentar su palmarés como seleccionado tras su primer nacional luego de cuatro finales perdidas, incluyendo la de Brasil 2014 frente a Alemania. En cuanto a nombre se refiere, tal vez no sea la generación albiceleste más brillante, pero sí una de las más ambiciosas vistas en bastante tiempo.
Pocos se atreverían a apostar por Brasil en este momento. No sólo porque Neymar luce muy solo en el ataque, sino porque el próximo año se cumplirán veinte años de la última victoria verdeamarela en Mundiales, ocurrida en Corea/Japón 2002. Sin embargo, la experiencia dice que el tiempo nunca es un factor en contra para los brasileiros, recordando los 24 años de distancia entre México 1970 y Estados Unidos 1994.
Tampoco descartemos otras selecciones cuyas posibilidades de alzarse con el título pueden parecer remotas, lo que no impide que alguna de ellas pueda dar un tropezón a Italia. Ecuador y Uruguay han realizado una buena eliminatoria, mientras que Colombia podría tomar nuevos bríos tras la tercera posición obtenida en Copa América. Lamentablemente no podemos decir lo mismo de Perú, cuya cuarta posición y buen desempeño parecen insuficientes para levantarlos de la última posición de Conmebol. No nos olvidemos de Estados Unidos con las bases para un equipo envidiable, pero tampoco de México que se ha convertido en un invitado recurrente –y muy incómodo– tras acumular siete asistencias consecutivas y algunos resultados sorprendentes, lo que incluye un par de empates contra la campeona de la Euro 2020.
Rivales internos
Los factores de riesgo para Italia no se limitan a la cancha, sino que se extienden por los propios azzurri. De momento presumen una eliminatoria perfecta con tres partidos ganados y cero goles en contra, por lo que una nueva ausencia mundialista como la ocurrida en Rusia 2018 parece más que improbable. Aun así, se trata de una selección que viene de un cambio generacional importante, el cual está cada vez más cerca de alcanzar a su línea defensiva.
Chiellini y Bonucci son un muro, pero entre ambos acumulan 70 años. Su experiencia les ayuda a leer y anticipar las jugadas de sus rivales, pero su veteranía podría ponerles en aprietos ante jugadores más veloces –ojo con las selecciones asiáticas y africanas– o selecciones de gran movilidad. Las complicaciones sufridas en tramos de los partidos contra España e Inglaterra son buena prueba de ello.
La historia mundialista nos dice que la única manera de hacerse con la Copa del Mundo es superar un duro camino que incluye toda clase de adversidades. En el caso de Italia, su condición de tetracampeona mundial ya le ubicaba entre los favoritos del certamen, mientras que el título obtenido en esta Euro 2020 le afianza en esta posición y le dará la confianza necesaria para enfrentar una competencia en donde se cruzará con lo mejor de lo mejor. Pero el campeonato del viejo continente no hará que su nueva misión sea más sencilla.
Queda un año y medio para Catar 2022 y la experiencia nos dice que todo puede pasar en el camino. Aunque de momento, lo más justo es que los italianos se tomen un tiempo para celebrar su merecida victoria.