Brincos paulatinamente más altos, para ir sumando fuerza. Los brazos que se estiran para ayudar el proceso y las piernas también se posicionan al caer y al bajar. Cuando los saltos ya tienen mayor altura, después de algunos segundos, Dafne Navarro está haciendo vueltas y piruetas dignas de una pluma a merced del viento, pero con el diferenciador de la elegancia, para después frenar con elegancia y esa sonrisa característica en su rostro, todo al compás de una canción que suena y resuena en las arenas sedes de sus competencias. La gimnasia de trampolín es su vida, y gracias a ella tendrá la oportunidad de poner a su país en lo más alto del mundo.
Dafne Navarro y el salto a Tokio
México tiene el honor de, por primera ocasión en su historia, llevar a Juegos Olímpicos a por lo menos un representante en cada modalidad de la gimnasia, y eso se debe a la disciplina y entrega de cuatro atletas, entre ellos, Navarro Loza, ganadora de bronce en los Panamericanos de Lima 2019 y quien se convirtió en la primera mexicana en clasificar a la máxima competencia de su disciplina, la gimnasia de trampolín.
“Es un orgullo enorme, siempre lo había querido y así lo había visualizado, ser la primera mexicana en clasificar a la justa olímpica en gimnasia de trampolín. Lo logré y es algo muy especial para mí”, contó para Life And Style Dafne Navarro, desde algún lugar de México, con los últimos entrenamientos previos a Tokio 2020 en la agenda y la reservación del vuelo lista. El sueño de alguna manera ya se cumplió, pero una medalla, un resultado positivo, lo haría todavía más especial.
Ya hasta sueño con estar haciendo la rutina
En la mitología griega, Dafne es una ninfa que se escabulle del amor de Apolo, pero Navarro Loza no huye, sino que abraza el amor más grande que se le ha presentado, y ese es el que le tiene al deporte. La disciplina rige sus días desde hace muchos años, pero la recompensa ya está a la vista. Tokio 2020 será su primera experiencia olímpica y los nervios, que se multiplican a la vez que su concentración se enfoca, incluso la han hecho soñar que el día esperado llegó.
“Ya hasta sueño con estar haciendo la rutina. Pero sí, la disciplina ahorita está al cien en las horas de sueño, con los entrenamientos y los descansos, con la alimentación, con todo”, comentó entre risas esporádicas, porque incluso para atender a la prensa, Dafne es disciplinada, muestra el semblante que tiene cuando espera la música antes de las competencias.
Tokio 2020 y enfrentar a su inspiración
Las rutinas con las que competirá en Tokio ya las ha utilizado antes, pero los detalles pueden hacer la diferencia entre un resultado bueno y excelente: “Ya están listas, las tenemos. En Italia y Portugal, los lugares de las últimas competencias en las que estuve, pude aprender bastante y reconocer cosas que me hacen falta, entonces nos estamos enfocando en la ejecución y el desplazamiento horizontal. Sí me estoy fijando mucho más en esos aspectos y la verdad es que, a menos de tres semanas de la competencia, me he sentido muy bien”.
Dafne Navarro ya tiene experiencia compitiendo en la capital japonesa, ahí disputó una parada de la Copa del Mundo en 2019 y, gracias a ello, siente que podría tener una ligera ventaja sobre quienes no están familiarizadas con el país nipón y lo que conlleva viajar a él. “Ya sé qué onda con las horas de diferencia, si me costó o no adaptarme al horario. Ya conozco también la arena donde serán los olímpicos, entonces sí, claro que lo veo como algo a favor”.
Desde el continente americano, también hará el viaje a Japón Rose McLennan, vigente campeona olímpica de gimnasia de trampolín y quien aparece en la respuesta de Navarro al preguntarle por su mayor inspiración. Entrenar en el mismo gimnasio que la canadiense, cambió la mentalidad de Dafne.
“En 2018 estuve entrenando con la campeona olímpica, la canadiense Rosie (McLennan). Antes la tenía en la idea de que jamás se equivocaba, de que hacía todo perfecto, pero ahí me di cuenta de que también tenía días malos, incluso la vi llorar en alguna ocasión. Así entendí que somos seres humanos, que no todo puede ser perfecto ni podemos hacer todos los entrenamientos al 100%. Eso mire hizo ver que era posible, que el sueño se podía hacer realidad”.
La participación de Navarro Loza inicia el 30 de julio en Tokio, la ciudad que se puede convertir en su propia fábrica de sueños cumplidos. La gimnasia olímpica tendrá entre sus competidores a los mexicanos Dafne Navarro, en el trampolín, a Alexa Moreno y Daniel Corral en la modalidad artística, y a Rut Castillo en la modalidad rítmica. Cuatro nombres diferentes, pero con cuatro metas simultáneas: trascender.