Nuria Diosdado prepara su tercera participación en unos Juegos Olímpicos: a tres meses de Tokio 2020, la Selección Mexicana de Natación Artística cambió su rutina
Al ritmo de Maniac, emblemática canción de los 80 interpretada por Michael Sembello y popularizada por la película Flashdance (1983), la dupla mexicana de nado artístico intentará posicionarse en los mejores puestos durante Tokio 2020. La canción fue seleccionada hace no más de cuatro meses, la rutina se montó con el riesgo admitido de tener poco tiempo para su puesta en punto, pero la energía que transmite esta nueva coreografía emociona y sube las expectativas para Nuria Diosdado y Joana Jiménez, quienes conforman dicho binomio.
Bien dice el adagio que si no arriesgas no ganas, y Diosdado, quien vive un año de proyectos, transformaciones y nuevas pasiones, lo personifica. Lista para su tercera cita olímpica consecutiva, fue ella quien tomó la iniciativa de reinventar la rutina con la que representará a México en la capital japonesa.
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“Teníamos una exhibición en Guadalajara, en el Festival Jalisciense de Natación Artística, y justo unos días antes vimos a algunas de nuestras contrincantes en otros eventos, ahí nos dimos cuenta de que nuestra rutina no era del todo competitiva, por cuestiones de la música”, contó para Life & Style Diosdado, entre esa sonrisa que la acompaña a todos lados y una emoción visible al repasar el tema, sabe que esta decisión podría significar historia para México.
“Hay canciones que por más que quieras ponerle velocidad, no se puede, hay un ritmo y una melodía que respetar. A esa rutina le dimos mucho tiempo, la dejamos para ver si funcionaba, pero una vez que vimos esa diferencia con lo que nuestras contrincantes estaban usando, decidimos cambiar la rutina. Fue un acuerdo, lo comenté y mis entrenadoras y compañera coincidieron en que era un riesgo alto, cambiar a tres meses y medio de la competencia una rutina que llevas más de un año practicando no es sencillo, pero el nivel técnico ya lo teníamos. Pusimos nueva música y el objetivo es que la gente que nos mire por televisión y los jueces conecten con nosotras en esos dos minutos y medio de rutina”, agregó.
Esa conexión se buscará incluso antes de que Diosdado y Jiménez se lancen a la alberca. Las parejas de nado artístico tienen 10 segundos para presentarse previo a que la música inicie y desde esos instantes los bailes se harán presentes, al puro estilo de Alex Owens, la bailarina que protagoniza Flashdance, interpretada por Jennifer Beals. ¿Quién no mueve el tobillo o el cuello al escuchar el intro de Maniac?
Si bien esta decisión sí retrasó los planes y modificó los tiempos de entrenamiento que ya tenían establecidos en la Selección Mexicana, los comentarios han sido positivos. “Hasta ahora la gente que la ha llegado a ver la ve con buenos ojos, dicen que trasmite mucha energía y eso es justo lo que queríamos añadir”, compartió Nuria Diosdado, también licenciada en Administración de Negocios.
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El principio del fin
Nuria Diosdado fue vacunada con la fórmula de Pfizer y aunque la primera dosis no tuvo ningún efecto secundario en ella, la segunda sí. “Tuve fiebre de 38 grados centígrados, pero no pasó a mayores”, nos confió la atleta olímpica, multimedallista en Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe, experimentada de la disciplina y quien, a sabiendas de que este será su último viaje olímpico, ya contempla la parte final de su carrera.
“Tokio 2020 será mi última participación olímpica, pero aun no sé si será mi retirada de las competencias. Creo que la decisión del retiro se toma después de un descanso, cuando aclaras tus ideas y lo sientes así. Ya después lo veré”, sinceró Diosdado.
Entre sus ideas a largo plazo, figura la imagen pública, tema en el que Diosdado está estudiando su segunda maestría (la primera fue en mercadotecnia) y que le ha significado encontrar una nueva pasión, un nuevo ente que le hace vibrar el interior: “Estoy en la fase final de mi segunda maestría, soy licenciada en Administración de Negocios, tengo una maestría en Mercadotecnia y estoy por terminar la maestría en Consultoría e Imagen Pública, en el Colegio de Imagen Pública aquí en México. Es una parte que no había descubierto de mí y que me tiene muy apasionada”.
¿Una agencia? Ella va más allá, quiere crear un puente que en México es casi nulo, el preparar a los atletas para cuando sea momento de dejar las competencias. “Como deportistas, a pocos se nos enseña cómo dirigirnos, cómo hablar, cómo contestar o manejar una crisis de medios. Me encantaría emprender en un proyecto para deportistas, que no solo sea una agencia de medios para los atletas, sino que se les apoye en el desarrollo personal e incluso hacia el retiro, porque hoy que me acerco a esa parte final de mi carrera, me doy cuenta de que no hay quién te oriente, quién te diga qué hacer o cómo prepararte. Es un duelo para el atleta y para la persona detrás. Son ideas que van creciendo, me encantaría desarrollar esa parte en México”, adelantó Diosdado, otra vez, entre muecas que esbozan ilusión renovada.
Previo a viajar a Tokio, cuyo calendario para el nado sincronizado comienza el lunes 2 de agosto, las representantes mexicanas de Nado Artístico estarán en la Serie Mundial de Barcelona, en junio.
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Vestida de blanco
La sonrisa más amplia de la charla, sin lugar a dudas, escapó de Nuria Diosdado al platicar de su proyecto personal más importante hasta ahora, su boda. Se casará en noviembre y los preparativos y organización, más allá de representar tiempo y esfuerzo, le suman emoción y alegría a sus días. Ha sido complicado, admite, pero su vida no sería la misma sin esa emotividad.
“Para mí este año es sumamente especial, después de los Juegos Olímpicos se viene uno de los proyectos personales que siempre he soñado, mi boda. En mis tiempos libres y fines de semana me pongo a organizar todos los pendientes que todavía tenemos, porque en noviembre será la celebración. Es un proyecto enorme en mi vida, si bien no es profesional, es un proyecto a largo plazo que me tiene muy contenta”, expresó la atleta olímpica, quien antes de verse en el altar, se ve como la ondina mejor colocada para México en esta disciplina.
La marca a romper la establecieron en Sydney 2000 Érika y Lilian Leal, la dupla mexicana con el mejor registro olímpico en el nado artístico. Aquel dueto quedó noveno en la competencia albergada por la capital australiana y su entrenadora, Adriana Loftus, es quien trabaja con Diosdado y Joana Jiménez, la dupla que, al ritmo de Maniac, pretende que la bandera tricolor aparezca entre los primeros ocho sitios al finalizar la competencia olímpica de Tokio.
“Just a steel town girl on a Saturday night, looking for the fight of her life”, y el escenario, Tokio, ya espera por ella.